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Los bancos centrales atacan el contagio entre emergentes

Las monedas de Brasil, Argentina, India o Turquía se deprecian ante la incertidumbre sobre sus economías

Los bancos centrales atacan el contagio entre emergentes reuters

javier tahiri

¿Economías emergentes? A medida que asoman las dudas y debilidades sobre los países englobados en esta etiqueta, la validez del término queda en entredicho. La exuberancia económica de estos mercados afronta un pulso contra la depreciación de sus divisas de un punto a otro del globo. Y aún con todo, el crecimiento de estas economías superará el 5% de media en 2014, según el FMI. Su renta per cápita continúa al alza. Y 2013 cerró como el primer año en el que la contribución de todos estos países al crecimiento global superó el 50%. Economías emergentes, a pesar de todo.

Pero el diagnóstico podría variar. Estornudo o gripe, lo cierto es que estos países, hasta ahora fortines del crecimiento frente al frío y la baja actividad de Europa y EE.UU., han tenido el peor inicio de año desde 2008. El primer síntoma de la enfermedad fue la devaluación del peso argentino la semana pasada, después de que el Gobierno de Cristina Kirchner autorizara la compra limitada de monedas extranjeras en el país. De Buenos Aires a Pekín, el siguiente bacilo vino de la desaceleración manufacturera registrada por China en enero. Fue entonces cuando se manifestó la epidemia en forma de caídas bursátiles y depreciaciones de las monedas emergentes frente al dólar, revelando diferencias entre unos países en desarrollo y otros.

«La marea se aleja de los mercados emergentes. La perspectiva del final del dinero barato en los mercados desarrollados, con la certidumbre del final del dinero incluso más barato en China, está forzando al alza el coste del capital en los emergentes. Ya hemos visto antes esta película : un país emergente tras otro van quedando varados en la orilla cuando la ola se aleja. Los débiles como Argentina y Turquía primero; pronto les seguirán Brasil, Rusia y otros», considera Dominic Rossi, director global de inversiones de renta variable en Fidelity Worldwide Investment.

El contexto también es propicio para el contagio en un momento en el que la Reserva Federal norteamericana ha acelerado la reducción de sus estímulos monetarios a 65.000 millones de dólares mensuales en la última sesión de Ben Bernanke como presidente del organismo. Este racionamiento de liquidez, anunciado desde el pasado mes de mayo, ha tenido sus consecuencias en unos mercados emergentes que han visto cómo el dólar se ha apreciado frente a sus divisas y se han reducido los flujos de capital que entraban desde el exterior. Una situación a vigilar por los bancos centrales, como ha alertado el FMI hace unos días .

«Los países industriales tienen que jugar un papel en recuperar esto. No pueden lavarse las manos, hacer lo que mejor les convenga y dejar al resto afrontar el ajuste», declaró a Bloomberg el gobernador del Banco Central de India, Raghuram Rajan, en referencia a la decisión de EE.UU. de continuar la reducción de estímulos. Precisamente la rupia cayó un 15% frente al billete verde en 2013.

Ante la depreciación de sus monedas, los bancos centrales de India, Sudáfrica y Turquía han subido sus tipos de interés esta semana. «Tenemos suficientes reservas para limitar la tensión en el mercado», aclaró, por su parte, la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

Las urnas acechan

«¿Tienen espacio para actuar los bancos centrales emergentes? Sí, sus tipos de interés están en una horquilla del 5% al 4,5% de media y pueden devaluar unas monedas que en los últimos años han sido estables. Tienen un mayor campo de actuación que Europa y EE.UU.. ¿Es suficiente? Hay que mirar país por país ya que algunos, como India, Indonesia o Turquía arrastran necesidades de financiación importantes», denuncia Gonzalo Borja, responsable de renta fija de mercados emergentes de Credit Suisse Asset Management.

Se imponen reformas para los países afectados, aunque ello pueda reducir su crecimiento. Sin embargo, como alertan desde Schroders en informes dirigidos a inversores, el calendario electoral no beneficia la aprobación de medidas y la incertidumbre política puede pasar factura: en 2014 hay comicios presidenciales y generales en Brasil (su moneda se ha depreciado un 3,8% en diez días), Indonesia (un 2,5%), Turquía (-1,3%), India (-2,69%) y Sudáfrica (-2,4%).

«En 2009, los bancos centrales de Europa del Este hicieron pública una declaración de cooperación para contener la debilidad de sus monedas. Y en la crisis asiática de finales de los noventa, se realizó una intervención conjunta por parte de los bancos centrales de la zona. Ahora una acción coordinada entre los bancos centrales emergentes sería una solución», propone Borja. Pero, como alerta Rajan, un escenario mundial en el que cada país quiere alejarse de la crisis por su cuenta no invita al optimismo: «La cooperación internacional monetaria se ha roto».

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