El socio chino de Campofrío mantiene el suspense sobre la opa

A finales del mes de septiembre, Shuanghui, anunció su intención de reducir su participación en Campofrío del 36,99% que ostentaba entonces a un porcentaje inferior al 30% para esquivar la obligación legal de lanzar una opa por la totalidad del grupo. Después de este movimiento el grupo chino pasó a controlar el 29,9% de Campofrío, seguido por el fondo estadounidense Oaktree Capital (24,3%) , dueño también de Panrico, y seguido del presidente Pedro Ballvé (12,4 %) y La Caixa (4,2%) .

Pero la irrupción del grupo mexicano en el accionariado cambió por completo el paisaje accionarial de la compañía . Sigma ya se ha hecho con un paquete de acciones de la empresa española que supera el 45% del capital de la compañía, tras comprar sus participaciones a La Caixa, al fondo Oaktree Capital y al propio presidente de Campofrío, Pedro Ballvé. Para el grupo mexicano, estas compras derivaron en la obligación legal de lanzar una opa por la totalidad de Campofrío , pues su control supera el 30% máximo de derechos de voto que puede ostentar un accionista sin necesidad de presentar una oferta por el 100% del grupo. Para ello, el grupo líder en la industria cárnica de México puso sobre la mesa cerca de 700 millones de euros , a razón de 6,8 euros por título. Pedro Ballvé, actual presidente de Campofrío, se mantendrá al frente del grupo.

Aunque fuentes cercanas a la familia Ballvé destacan que el deseo de la compañía es seguir contando con el apoyo del que hasta ahora era su segundo socio . Pero lo cierto es que las opciones que se le presentan ahora a la empresa de alimentación china no son sencillas: o acude a la opa presentada por Sigma vendiendo todo su capital; vende sólo una parte y asume una posición en el consejo sin ningún tipo de poder de decisión, o lanza una contraopa . En el mercado se descarta esta última posibilidad (de hecho la cotización de Campofrío ronda los 7 euros, ligeramente por encima de la ofreta de 6,8 euros). Pero la empresa china todavía tiene la última palabra.