El problema del paro juvenil, en primera persona
Cuatro jóvenes narran a ABC sus experiencias para intentar abrir las puertas de un mercado laboral que parece cerrado a cal y canto, aunque ellos se niegan a arrojar la toalla
abc
Con una tasa de paro del 54,39%, solo superada en la Unión Europea por Grecia, casi un millón de jóvenes se encuentran en desempleo en nuestro país . ABC ha hablado con algunos de estos jóvenes que no terminan de encontrar una puerta abierta ... en un mercado laboral aún cerrado a cal y canto.
Sergio Sanz, 25 años: «El futuro es malo, pero hay jóvenes que no buscan trabajo»
Estudiante de último curso de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la universidad de Alfonso X el Sabio tuvo la suerte el verano pasado de trabajar en prácticas a través de la Diputación de Segovia en las obras de una carretera, «cuya remuneración era en créditos para la facultad». El futuro a corto plazo lo ve «mal», aunque también subraya que «hay jóvenes que no buscan trabajo, que se acomodan». Él no se rinde y dice que seguirá buscando algo relacionado con sus estudios.
Manuel Navarro, 23 años: «Compatibilizo Derecho con trabajos en restauración»
Lo más habitual entre los jóvenes españoles que se marchan al extranjero es que terminen con empleos de muy escasa cualificación, «y en mi caso la baza del inglés no era un incentivo, ya que lo llevo bastante bien». La otra era seguir formándose. «Mi familia me planteó esta posibilidad y aproveché para continuar con mi aprendizaje mientras la situación mejora». Así, compatibiliza los estudios de Derecho (segunda carrera) con trabajos esporádicos en catering y restauración, mientras sigue con la búsqueda activa de empleo de periodista.
Desiré Ramos, 25 años: «He estudiado mucho y no he tenido ninguna oportunidad»
Durante los últimos años ha compaginado sus estudios de Administración de Finanzas en Empresas, algún máster e inglés con trabajos de dependienta «y no he tenido ninguna recompensa ni oportunidad de trabajar en lo mío», afirma. Ahora busca cualquier cosa, relacionado con sus estudios o no. «Hoy mismo tenía una entrevista de trabajo en una asesoría y ayer por la tarde me llamaron para decirme que ya habían cogido a otra persona». Por ello, es pesimista y no duda en decir que el panorama para los jóvenes es «muy malo».
Eduardo Cervantes, 25 años: «Hay ofertas que nos piden hasta cinco años de experiencia»
Después de trabajar un tiempo como técnico de archivos, lleva once meses en el paro. «Estoy cobrando el subsidio, el cual, me lo recortaron en un 50% a los seis meses». No ha dejado de buscar trabajo, se ha sacado los carnés de operador de puente-grúa y de carretillero pero «hay ofertas que nos piden hasta cinco años de experiencia». Además, cuenta que en la oficina de empleo les exigen que las empresas les sellen los currículum que presentan, «pero nunca nos dejan acceder a las oficinas, nos dicen que los dejemos en el buzón, por lo que no podemos justificarlo».
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