La gran empresa, más optimista que el Gobierno, cree que España crecerá un 0,9%

Este estudio, que será presentado en once ciudades españolas, destaca el cambio de rumbo experimentado por la economía española en el segundo trimestre del año, un punto de inflexión que ha marcado el final de la recesión y un punto de inflexión.

Desde el punto de vista de los empresarios «la diferencia con años anteriores radica en la demanda interna, especialmente el consumo y la inversión en bienes de equipo, que mostrarán por primera vez desde el inicio de la crisis tasas de crecimiento positivas, lo que impactará en la creción de empleo durante la segunda mitad del próximo año».

Y para que todo ésto se materialice los empresarios explicaron ayer lo que, desde su punto de vista, tiene que hacer el Gobierno para ayudarles a apuntalar la recuperación económica y crear empleo. En primer lugar debe continuar con las reformas emprendidas, acabar con el ajuste puesto en marcha en la Administración de modo que aumente su eficiencia, simplificar las modalidades de contratos laborales y, además, no subir impuestos en el marco de la reforma fiscal que ha anunciado el Gobierno de Mariano Rajoy para el próximo año.

Fin de las divergencias

Los empresarios españoles , agrupados en la CEOE y en el Consejo Empresarial para la Competitividad que, después de algunas divergencias aparecieron ayer juntos para la presentación del citado informe, desgranaron ayer las fortalezas de la economía.

Entre ellas destacron la fuerte innovación en el sector empresarial, con destacadas escuelas de negocios y empresas punteras que invierten en I+D+i, un alto porcentaje de ocupación entre la población formada y una producción científica destacada a nivel mundial, una producción creciente con costes laborales a la baja, unas infraestructuras a la vanguardia de Europa y una situación geoestratégica para acceder a mercados con gran potencial.

«El aumento de los salarios es muy plano, puede ser incluso negativo»Entre los sectores de actividad que protagonizarán este despegue de la economía española estarán la automoción, la biotecnología, la máquina herramientras, las tecnologías de la información, la industria aeroespacial y la agroalimentaria. Estos sectores presentan una gran potencial y acaparan más de un tercio del PIB nacional, más del 40% de las exportaciones y emplean a más de dos millones de profesionales, además de ser industrias muy intensivas en innovación y dedicar a I+D el triple que el resto de sectores de la economía.

El acto de presentación del informe, que se celebró ayer jueves en la sede madrileña de CEOE, contó con la presencia de numerosos empresarios. El primero en tomar la palabra fue Joan Rosell, presidente de la CEOE, quien se mostró muy agradecido al Consejo Empresarial de la Competitividad por hacer la presentación en su sede, «la casa de todos los empresarios». Rosell intentó quitar hierro a la especie de «escapada» de las 15 principales empresas del país que se agrupan en el mencionado Consejo, al explicar que los empresarios se agrupan en diferentes formaciones en función de sus intereses.

Rosell se mostró realista cuando dijo que el principal problema de España es la falta de recuperación de la demanda interna, aunque al mismo tiempo lanzó un mensaje de optimismo al asegurar que «la bolsa anticipa la evolución positiva de la economía, así como la buena colocación de la deuda, tanto la pública como la de las empresas».

Por su parte el presidente del Consejo de la Competitividad, César Alierta , que se motró también muy conciliador con Rosell al alabar en público su labor al frente de la CEOE «en unos momentos difíciles, destacó la fluida comunicación que mantiene tanto con él como J osé María Lacasa , secretario general de CEOE.

Próxima cita, Jerez

En todo caso habrá que ver si esta recuperación del «buen ambiente» entre ambas organizaciones se mantiene en el tiempo. Una buena ocasión para comprobarlo será el próximo congreso nacional del Instituto de Empresa Familiar, que tendrá lugar a finales de mes en Jerez de la Frontera, y donde se volverán a ver las caras de nuevo la mayoría de los principales empresarios del país.

«La recuperación será más rápida e intensa de lo que apuntan los analistas»Alierta, además de resumir someramente los datos del informe, criticó explícitamente las previsiones fatalsitas que muchos organismos internacionales hacen sobre la economía española. «Nosotros, los empresarios de este país, conocemos mucho mejor la realidad económica español a que unos organismos que siempre hacen previsiones a la baja».

El presidente de Telefónica admitió que la economía española «sigue teniendo problemas pero gradualmente se van a ir resolviendo, sobre todo por el auge de las exportaciones y porque España es un país fiable y solvente, como lo demuestra que volvemos a estar en el foco de los inversores internacionales».

La polémica de los salarios

Como no podía ser de otra manera la situación de los salarios también salió a colación en la reunión de ayer en la CEOE. Los empresarios reconocieron que la bajada de sueldos que han tenido los trabajadores españoles ha hecho aumentar la competitividad, pese a los datos del Instituto Nacional de Estadística que arrojan una subida del 0,5% hasta septiembre en el caso de los salarios pactados en convenio.

Rosell explicó que en 2009, cuando la economía se contrajo a un ritmo del 3,7% anual, los salarios subieron lo mismo que el IPC más 2 puntos, «alzas que se ha comprobado que fueron un error, por lo que en 2012 empresas y sindicatos hicimos un acuerdo impresionante de moderación salarial, que se ha traducido en un aumento de tan sólo el 0,5% hasta ahora, que se quedará probablemente en un alza de un 0,4% a finales de año».

Rosell admitió que la subida de los sueldos está siendo «prácticamente plana o casi negativa en muchos casos, sobre todo por las bajadas de los sueldos de los funcionarios y del personal laboral», a lo que añadió que «cuando mejore la situación haremos lo que tengamos que hacer». En todo caso, y para aviso de navegantes, el informe de ayer prevé que la fuerza laboral española tendrá «menores costes» en comparación con sus principales socios europeos y augura que entre 2013 y 2014 habrá una caída acumulada del