El Gobierno quiere que BBVA absorba Novagalicia, y La Caixa a Catalunya Banc

Y es que el Gobierno quiere seguir con sus planes enviados el pasado mes de junio a Bruselas sobre el definitivo mapa bancario español. Quedarán nueve grupos financieros –cinco grandes, un banco de nicho y tres entidades regionales viables, si bien puede mantenerse alguna más minimizada por los ajustes– y para ello debe solucionar el problema de las nacionalizadas, todavía bajo el control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La fórmula favorita para Guindos, por ser la más rápida, es la subasta «exprés». Esto es, una venta directa como la de Banco de Valencia a La Caixa con tal de que las subastas no vuelvan a quedar desiertas. Ahora bien, Economía tampoco está dispuesta a inyectar todo el dinero público que le pidan los compradores, lo cual le está obligando a una complicada negociación con las entidades interesadas.

El hecho es que existe ese precedente que, si bien no cree que debería volver a repetirse, podría suceder. La subasta exprés de Banco de Valencia –en la que participó Bankinter– fue finalmente ganada por La Caixa, pero con grandes ayudas del Estado. Supuso una inyección de capital público de 5.500 millones más un EPA –Esquema de Protección de Activos– sobre una cartera de 4.350 millones más. «Mejor otro Banco de Valencia que dejar desierta otra vez Catalunya Banc», asegura una fuente próxima al equipo económico del Gobierno.

NCG suscita mayor interés

No obstante, de las arduas negociaciones han salido los dos candidatos «favoritos» para el titular de la cartera de Economía, que aún no ha descartado cien por cien a otros candidatos si finalmente no llegara a buen puerto la venta a La Caixa y a BBVA. En el caso de NCG, por el que ha habido mayor interés desde julio, las ofertas han venido tanto de entidades financieras españolas como de extranjeros –europeas y americanas– y fondos internacionales, si bien esta última opción es la que menos convence a Economía, todo lo contrario que a la actual directiva de la entidad gallega. «La oferta del fondo americano por Novagalicia es tan baja, que parece que está más lejos que nunca, y BBVA más cerca», asegura la misma fuente, que explica que el Gobierno quiere que el negocio de la gallega continúe, ya que es vox pópuli que los fondos extranjeros tienden prácticamente «a desguazar» las entidades en las que entran para buscar rendimientos.

Preocupación por la catalana

Mientras, las fuentes consultadas explican que existe una honda preocupación en el seno del departamento de Luis de Guindos, extensible al Banco de España, por la falta de interés de las grandes entidades españolas en el banco a través del que opera CatalunyaCaixa. De ahí que De Guindos haya puesto sobre la mesa la opción de la subasta exprés para la catalana. El ministro de Economía quiere conceder las menores ayudas posibles: la entidad ha recibido ya 12.050 millones de dinero público.

En todo caso, las fuentes consultadas coinciden en que el tercer intento de venta, que dirige N+1, no consistirá en un nuevo proceso formal de subasta con invitación a participar, ofertas no vinculantes, due diligence, etc. Algo que se explica porque los interesados ya han examinado dos veces la entidad y saben hasta la última cifra de mala gestión que tiene en su balance. Economía ha sopesado directamente las condiciones con que cada uno está dispuesto a quedársela, y las que más se acercan a sus preferencia las ha puesto sobre la mesa La Caixa.

Preservar la «catalanidad»

Además, las mismas fuentes aseguran que desde el ministerio son conscientes de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quiere mantener la «catalanidad» de Catalunya Banc, para lo cual ha dejado entrever que sus preferencias iban en la línea de que la entidad cayera en manos de La Caixa o de Banco Sabadell, si bien ambas entidades han negado haber recibido presiones políticas en este sentido.