El INE detalla en su nota que este último incremento de cuatro décimas en la tasa anual es consecuencia, sobre todo, “de la subida de los carburantes y lubricantes, frente a la bajada experimentada en junio de 2012”. De confirmarse ese fuerte repunte (Estadística publicará el 12 de julio el dato definitivo del IPC, junto con los detalles de la evolución sector a sector) sería el segundo mes consecutivo de subidas tras la escalada de tres décimas que experimentó en mayo, hasta el 1,7%.

El organismo estadístico –y también el Gobierno- atribuyeron aquella sorpresiva deriva inflacionista de mayo a la evolución de un elemento de la cesta de consumo cuya naturaleza estadística es casi tan volátil como los combustibles: los alimentos frescos. Y confiaron en que la inflación recuperaría la estabilidad en cuanto esa volatilidad desapareciese. En concreto, en mayo se dispararon los precios de las frutas frescas (10,8%) y de las legumbres y hortalizas frescas (8,8%). Ahora, a las puertas de la temporada estival y del arranque de la operación salida de julio, las gasolinas se han sumado a ese empuje y han terminado de situar la inflación anual en niveles similares a los de julio de 2012, cuando marcó un 2,2%.

Comercio

Pese a encadenar dos meses de subidas, la tasa de inflación es todavía comparativamente más baja que a comienzos de año. En enero marcó un 2,7%, y en febrero llegó al 2,8%, su valor máximo de 2013. Después, en marzo bajó al 2,4% y en abril se hundió de golpe un punto porcentual, hasta el 1,4%, en coincidencia con el desplome de los carburantes y la electricidad y con un estancamiento de las ventas en el comercio –sobre todo textil- por una campaña de primavera que nunca llegó a arrancar debido a las malas condiciones meteorológicas.

En términos mensuales, los datos avanzados por el INE muestran que los precios de consumo subieron en junio dos décimas respecto de mayo.

El INE también publicó la variación anual del indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que se calcula con la misma metodología en todos los países del euro a efectos de poder establecer comparaciones. En junio, este indicador se situó en el 2,2%, dato que de confirmarse supondría un incremento de cuatro décimas respecto del mes anterior. La variación mensual del IPCA marcó un nuevo incremento, en este caso del 0,1%.