La banca sana urge al Gobierno a liquidar las entidades no viables

Trocear para vender por partes a Catalunya Banc y Novagalicia, una opción que gana adeptos. En el sector hay dudas acerca de que la banca «pública» pueda dar créditos actualmente

MARIA JESÚS PÉREZ

17/06/2013
Actualizado 18/06/2013 a las 08:30h.

No hace ni una semana, con motivo de la presentación de la nueva ley de Emprendedores, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , se dirigía a los bancos para pedirles una pronta apertura del grifo del crédito, especialmente para las pymes, además de para los hogares. El sábado, Rajoy volvió a abordar el tema: la banca nacionalizada dará créditos ahora que ya está mejor una vez que se le han quitado los activos malos y está ajustando su tamaño. La respuesta del sector financiero ya está sobre la mesa. La banca sana -sobre todo, la gran banca, Santander, BBVA, La Caixa, Popular y Sabadell, más Kutxabank, Unicaja y Bankinter - lo tiene claro: el verdadero problema de que el crédito no fluya no está en el conjunto del sistema, está en la banca no viable, a la que piden se dé una solución inmediata que, en principio, no creen que pase porque puedan dar créditos precisamente.

Así, según ha podido saber ABC , las entidades sanas españolas, si bien no han hecho un comunicado conjunto, sí han trasladado al Ejecutivo, de forma individual, en público y en privado, sus impresiones respecto a lo que debería hacerse para disipar las dudas que vuelven sobre el sector. De hecho, en una semana en la que renace el rumor de la necesidad de ampliar la ayuda financiera pedida a Europa para seguir saneando a parte del sector, los banqueros españoles piensan que éste no es el camino a seguir. La solución, pues, pasaría por dar una pronta salida a las entidades nacionalizadas o a aquellas que aún siguen teniendo problemas y un futuro poco esclarecedor. En concreto, señalan a Catalunya Banc y a Novagalicia , porque Bankia , ahora, es otro cantar, dicen, ya que, de momento, tiene un plan que seguir y lo está cumpliendo, mientras va mejorando ratios. Ahora bien, para el resto -especifican-, no haría falta pedir más ayuda a Europa .

De hecho, fuentes financieras consultadas por este periódico coinciden en la reflexión de que si bien quizá nos quedamos «justitos» a la hora de pedir una cantidad, ahora mismo la banca española no necesita ni solicitar el resto del dinero del préstamo de Europa desde los 40.000 milllones recibidos ya hasta los 100.00 0, ni pedir uno nuevo o ampliar el actual, en el caso de que éste «caducara» (que está vigente hasta enero de 2014) ya que, en cualquiera de los casos, implicaría nuevas condiciones que cumplir por el país.

La razón está en que hoy, el Estado, apuntan, sí tiene capacidad para financiarse por sí mismo. El actual nivel de la prima de riesgo así lo corrobora y permite.

En los mensajes dirigidos al Ejecutivo, la banca sana reitera con contundencia que el gran problema del sistema financiero siguen siendo las entidades nacionalizadas . Opinan que mucho se ha corrido para poner en marcha varias medidas drásticas para los ciudadanos -ajuste fiscal, reforma laboral, «quitas» a los inversores en preferentes , recorte de salarios, etc...- mientras que no se han apresurado tanto para dar una solución a problemas estancados. Específicamente apuntan a esas dos entidades, la catalana y la gallega, que siguen sin tener una salida viable para su futuro.

Olvidar las subastas

Las mismas fuentes proponen olvidar ya la posibilidad de subastarlas y comenzar a pensar en la manera de venderlas «por partes, troceándolas» . Así, las entidades más saneadas podrían digerirlas mejor, sin necesidad de inyectar más dinero público como algunos piensan que podría ocurrir con Catalunya Banc o con Banco Ceiss (fruto de la fusión de Caja España con Caja Duero) , en proceso de fusión con Unicaja, que no termina de cuajar. En este último caso, fuentes bien informadas aseguran que siguen sin ver clara esta última operación y que cada día que pasa sin que la caja que preside Braulio Medel absorba a la castellano-leonesa, ésta pierde más dinero y necesita más liquidez para subsistir.

Y es que en el sector piensan que ya se han hecho muchísimos esfuerzos para sanear todo el sistema y que si bien se han mostrado siempre displicentes a la hora de ejecutar las peticiones del Gobierno y de Bruselas, sobre todo relacionadas con provisionamientos, son demasiados frentes abiertos que siguen sin permitir dar liquidez con fluidez.

Además, opinan que no se debería medir a todas las entidades por el mismo rasero, ya que consideran que si se sigue «apretando» a las sanas, se las acabará por estrangular. «El problema no está en que no fluya el crédito , está más bien en que las entidades que siguen con problemas están en la labor de detener una fuga de sus depósitos», afirma un experto del sector. En palabras del presidente de la patronal bancaria, Miguel Martín, «la parte sana del sector está pagando lo que no puede poner el Estado. Si se necesita que haya crédito habrá que cuidar a la parte sana porque es quien puede atender a la economía».

Fuentes financieras explican que una parte de las autoridades del Banco de España no era partidario de dar una y otra vez vueltas de tuerca a las provisiones de la banca. De hecho, compartían la opinión con el sector de que más dotaciones eran contraproducentes en un momento en el que el negocio de la banca está muy deprimido. Las mismas fuentes aseguraron a ABC que esta misma facción del supervisor es igualmente defensora de trocear la banca pública para su venta, a excepción de Bankia.

La opción de Economía

Mientras, surgió otra opción no entendida como la mejor para el sector. La del ministro de Economía, Luis de Guindos, que estudia utilizar los bancos nacionalizados (Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia Banco) como instrumento de su política económica, abanderando la recuperación del crédito para empresas y familias.

Para ello, la banca nacionalizada habría de convertirse en banca pública, compuesta por entidades distintas, sin holding ni fusiones, con consejeros delegados distintos, productos basura traspasados al banco malo, recapitalizadas, y con buenos equipos de gestión.