Los registradores avalan los cambios técnicos de la Ley de Emprendedores
Las modificaciones incluídas en el Plan Nacional de Reformas pretenden una simplificación de los trámites para el desarrollo de la actividad empresarial
Las propuesta del Gobierno en el proyecto de Ley de Apoyo al Emprendedor son técnicamente viables y necesarias para mejorar los trámites necesarios en España para comenzar una actividad empresarial . Esa es la conclusión de la rueda de prensa ofrecida esta mañana por el Colegio de Registradores de España, que avalaron los cambios técnicos de una propuesta legislativa incorporada en el Plan Nacional de Reformas remitido a las instituciones europeas.
España ocupa el puesto 136, de un total de 170 países analizados, el índice «Doing Business» , elaborado por el Banco Mundial y que se refiere a la facilidad para constituir una empresa. El índice tiene en cuenta los plazos, los trámites y los costes. Aunque España se encuentra dentro de la media en materia de costes, está muy por detrás de los países de su entorno tanto en plazos como en trámites para constituir una sociedad. Mientras que el número de trámites medio en los países de la OCDE es de seis, en España asciende a diez. En tiempo, para crear una empresa, los países de la OCDE invierten diez días, tres veces menos que en España.
Por ello, los registradores avalan una reforma que plantea la simplificación de los trámites. «Los obstáculos no corresponden al nivel de desarrollo de nuestro país. Es una situación intolerable». El colectivo mostró su apoyo al plan del Ejecutivo porque lo considera «ambicioso» y especialmente «realista y factible». Entre los cambios, cobra especial importancia el establecimiento de una fiscalidad especial para emprendedores .
Los registradores han cuantificado algunos de estos ahorros en tiempo y coste para el futuro emprendedor. Simplificar los trámites de registro ultrarrápido de las sociedades limitadas rebajaría el plazo de constitución de seis días a tan solo siete horas. La supresión a priori de libros societarios y en soporte papel cancelaría un trámite que conlleva dos semanas de espera. El conjunto de ellas podría reducir considerablemente el número de días para constituir una sociedad, aspirando a que quedasen por debajo de la media de la OCDE.
Consideran los registradores especialmente importante el fomento de la llamada «segunda oportunidad», una regulación relacionada con la simplificación del proceso concursal y la imposibilidad de muchas personas físicas de asumir los costes. En ese sentido, reivindicaron por desjudicializar ese proceso y apostaron por un mediador que pilote el conflicto. Se mostraron incluso partidario de extender esta figura a las Pymes, a pesar de que tengan forma societaria.
Sin entrar en el detalle regulatorio, mostraron su apoyo a otra de las medidas estrella del proyecto: la reducción del riesgo con la creación de la figura del emprendedor de responsabilidad limitada. La idea base es establecer un catálogo de bienes inembargables. Es decir, que en el empresario no responda con todo su patrimonio personal.
Mejorar la posición reputacional
Otras medidas serían la eliminación de la exigencia de un capital mínimo, actualmente en los 3.000 euros, que «no es excesivo pero entorpece», apuntan. Y recuerdan que «en muchos países de Europa se permiten crear sociedades desde un solo euro. Esto es viable y mejoraría la ponderación del Banco Mundial». Apuntan a la necesidad de facilitar los trámites de constitución. La propuesta del Gobierno ambiciona el reto de las 24 horas, unos niveles que se cumplen en Singapur y Nueva Zelanda, los primeros países en el ránking del Doing Business. Aunque la idea es atractiva, los registradores estiman que «no hace falta tanta rapidez pero si situarnos en la media de los países del entorno». A su juicio, las propuestas del Ejecutivo lograrían ese objetivo sin dañar las garantías jurídicas. Plantearon como un objetivo razonable situarnos en esa clasificación a la altura de Portugal, que ocupa el puesto 31.
Además de las propuestas del Gobierno, los registradores reclamaron el desarrollo de un portal público de Pymes, que vendría a ser un mercado que facilitase la transmisión del negocio empresarial. Un espacio que agrupase a oferentes y demandantes y que funciona muy bien en Bélgica y Francia. A su juicio, sería una medida tan importante como las propuestas de emisión de pagarés en un mercado de Pymes, «algo importante pero dem asia do sofisticado para empresas de un tamaño menor».
Todos estos cambio son necesario para mejorar nuestra posición reputacional y dinamizar la actividad emprendedora. Son cambios ambiciosos pero técnicamente posibles y válidos desde el punto de vista del derecho comparado. Los registradores esperan que el Gobierno cumpla con lo establecido en el Plan y apruebe la Ley de Apoyo al Emprendedor y su Internacionalización antes del cierre del segundo trimestre de este año.
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