El sector de la construcción pide 9.000 millones de euros para crear más de 160.000 puestos de trabajo

El documento, elaborado con motivo de la presentación de la Feria Construmat de Barcelona (del 21 al 24 de mayo), sugiere una mayor inversión en obra pública, ante la caída de esta partida presupuestaria, que llegó a suponer un 3% del Producto Interior Bruto (PIB) durante los años del «boom» y que, como figura en el nuevo marco de inversiones del Gobierno hasta 2024, no sobrepasará el 0,94% del PIB en los próximos años. La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) subrayó en este sentido que la «holgura presupuestaria» lograda gracias al descenso de la prima de riesgo podría utilizarse para destinar una inversión de hasta 9.000 millones de euros en los próximos tres años , una cuantía que, según los cálculos de la organización, generaría más de 160.000 puestos de trabajo.

El presidente de esta organización, Juan Lazcano, reconoció que el apoyo explícito desde el Gobierno a otros sectores, como el del automóvil, le producía «envidia sana» y advirtió de que en España, pese al parón inmobiliario y en infraestructuras, «no se volverá a recuperar el empleo si no se recupera la construcción» .

Reanimación de la vivienda

Esta inversión adicional se debería complementar con otras medidas de naturaleza fiscal y de desregulación para drenar el «stock» de 650.000 viviendas sin vender, cuyo valor es decreciente, debido a la parálisis de la demanda. Así, las patronales del sector piden una moratoria para «reducir las limitaciones impuestas a reservas de suelo para vivienda protegida (VPO) o a viviendas protegidas ya construidas» e, incluso, que las VPO vacías (15.000 inmuebles, según los datos del Defensor del Pueblo) se conviertan en vivienda libre .

El presidente de la asociación de promotores ( APCE ), José Manuel Galindo, matizó que la VPO sin ocupación no cumple con su «función social» y que en algunos casos los precios de la vivienda libre se encuentran a la par que los de la vivienda protegida. Propuso, asimismo, la equiparación de los beneficios fiscales entre vivienda libre y protegida (hasta unos precios máximos) y cuantificó el valor del «stock» inmobiliario en una cuantía de entre 70.000 y 100.000 millones de euros , cifra por tanto similar al rescate al sector financiero.

«La austeridad no es la única receta», lamentó el presidente de Construmat, José Miarnau, quien también reclamó un apoyo mayor por parte de la Administración —« el sector de la construcción es demasiado importante para abandonarlo a su suerte »— reconoció que el sector «ha cometido errores», pero que el ajuste, tanto en términos de «empleo» como de «riqueza», ha sido de los «más acusados» entre los países de la Unión Europea.