Holanda se atraganta con su propia austeridad

Europa cambia. A regañadientes, pero la Comisión Europea consagró la pasada semana un nuevo rumbo en la salida de la crisis: más tiempo para cumplir con los objetivos de déficit a cambio de no dejar de pisar el acelerador de las reformas. Y el cambio afecta a todos los países, no solo a los estados del sur. La pasada semana Oli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Economía, anunció que concedía un año más a Holanda para alcanzar la meta del 3% de déficit. Aunque Holanda tiene una situación macroeconomica y unas perspectivas de futuro envidiables desde la perspectiva de los países con dificultades, la prorroga concedida por Bruselas pone de manifiesto que la austeridad como única receta ya no sirve ni a sus principales defensores.

Holanda cerró 2012 con un desfase presupuestario del 4,10%, y las reducciones de su déficit nunca han superado el medio punto porcentual anual desde que comenzaron los planes de estabilidad presupuestaria en el año 2009, cuando Holanda cerró sus cuentas con un déficit del 5,60%. El pasado ejercicio, el país «orange» perdió un 1% de su Producto Interior Bruto. La Comisión Europea estima una caída del 0,8% para este año y una muy débil recuperación, de apenas el 0,9%, para 2014. Necesitan más tiempo para acometer los ajustes sin frenar la economía. Los países del sur ya no están solos en sus reivindicaciones. Quien fuera el principal aliado de Alemania, junto a Finlandia, en la defensa de la austeridad ha conseguido de Bruselas un respiro para reducir el déficit. La decisión es de calado, pues es la primera ocasión que un país con la máxima calidad crediticia solicita más tiempo a la Comisión.

La Comisión Europea ha relajado también los objetivos de déficit a Francia, a quien ha concedido dos años adicionales, hasta 2015, para cuadrar sus cuentas. El país dirigido por el socialista Françoise Hollande es ahora la gran preocupación de las autoridades europeas, que consideran que el ejecutivo galo, que se encuentra bajo mínimos en apoyo popular , trabaja con previsiones demasiado optimistas. Bruselas pronostica un déficit del 3,9% para este año y del 4,2% para 2014. Eslovenia y Polonia también han recibido un año más de plazo para llegar al 3%.

Por su parte, España logró una prorroga de dos años, que se une al año adicional concedido hace unos meses y que establece en 2016 el límite para alcanzar el 3%. La concesión de todas estas prórrogas pone de manifiesto el desfase del plan inicial de la Comisión, que marcaba 2013 como el año para que todos los países redujesen sus desfases presupuestarios por debajo del 3% de su PIB.

Pero Holanda ha vivido en sus propias carnes otro de los malos indicios que la crisis ha instalado en Europa: el ascenso del populismo. Desde el año 2010 el liberal Mark Rutte gobierna el país. Y no fue hasta las elecciones anticipadas de septiembre de 2012 cuando logró desprenderse del estrecho cerco impuesto por el islamófobo partido de Geert Wilders , que condicionó durante dos años la política del ejecutivo liberal.