El FROB descarta que las cajas necesiten ayudas por el arbitraje de las preferentes

«No va a haber una nueva recapitalización de entidades, porque la capacidad de generar ingresos de estas entidades, que ya están saneadas, va a permitir que puedan asumirlo », explican esas fuentes, que detallan que bancos y cajas absorberán el coste de compensar a los clientes a los que vendieron de forma irregular productos híbridos mediante los beneficios que generen y la venta de activos y participaciones en otras sociedades, por ejemplo.

Valga de ejemplo que los clientes de BFA-Bankia, cuyas cajas de origen emitieron el grueso de las preferentes aún en circulación, tienen todavía en sus manos 6.000 millones de euros en estos productos. La entidad tiene un nivel de capital del 9,5%, esto es, «solo» 300 millones por encima del mínimo del 9% exigido. A esa cantidad habría que sumar los 800 millones que prevé obtener como beneficio al cierre de 2013 y las posibles desinversiones que haga, como en Iberdrola, donde posee una participación del 5,4%, Iindra (20%), NH (25,6%), IAG (12%); Realia (28%); SOS Corporación (18%); Mecalux (20%), y Metrovacesa (9%).

Contra lo que Bankia ingrese con esas ventas, los beneficios que genere con su negocio y el capital ya existente, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri iría cargando esas compensaciones. Solo en el caso en que estas sean superiores a ese colchón, necesitaría más capital. Que eso suceda dependerá de cuántas reclamaciones sean aprobadas por el Instituto Nacional de Consumo y, sobre todo, de la cantidad total que la entidad tenga que reintegrar.

El FROB estima que algo más de la mitad de los clientes con preferentes y deuda subordinada de las entidades nacionalizadas tienen una inversión de 10.000 euros o menos en esos productos y podrá acudir al arbitraje con carácter prioritario, de acuerdo con los criterios que determinarán si hubo o no una mala comercialización por parte de la entidad. Los de Bankia serán mayoría, pero el proceso se abre además para aquellos de Novagalicia Banco y Catalunya Banc que no acudieron al arbitraje que estas entidades pusieron en marcha hace meses o que sí lo hicieron pero no recibieron una respuesta positivo, en cuyo caso se revisará sus casos. Además, podrán acudir los de BMN, ya nacionalizado, y Ceiss —vieja Caja España-Duero— en el caso de que finalmente también sea rescatado.

Seis meses de proceso

Las cajas gallega y catalana ya tienen abierto el proceso desde hace meses, y Bankia lo inició ayer. Esas fuentes estiman que en el plazo de unos seis meses el grueso de las reclamaciones haya sido resuelto. Para poder acogerse a ese arbitraje , los preferentistas y bonistas deben acudir a su oficina bancaria y solicitar la adhesión al procedimiento, entregando toda la información que tenga en su mano, como el contrato de compra de esos productos y el test de idoneidad que obligatoriamente debió realizarle la entidad, entre otros.

Posteriormente, la entidad traspasará toda la información a un auditor independiente, KPMG en el caso de Bankia, que determinará si hay indicios o no de «mala praxis». En caso afirmativo, la entidad presentará al cliente un convenio de arbitraje, que si firma supone su adhesión al proceso, de forma que el caso pasará al árbitro del Instituto Nacional de Consumo para que decida, en última instancia, si hay o no derecho a compensación, que en todos los casos será igual al dinero invertido menos los intereses obtenidos con el producto y el valor de las acciones recibidas en el canje de sus títulos. Eso sí, al dinero invertido se sumará lo que le hubiera rentado un depósito tradicional referenciado al Euribor.