El sector exterior mejora, pero el paro y la deuda no dan tregua

El mecanismo de alerta sobre desequilibrios macroeconómicos en 11 indicadores fue creado una vez que había estallado la crisis financiera de 2008, ante la evidencia de que al pacto de estabilidad le faltó eficacia a la hora de prevenir los efectos de las políticas económicas incorrectas. Es muy probable que España esté, por segunda vez, entre los países que serán designados como problemáticos en muchos de los aspectos que se controlan, aunque en estos momentos y con la crisis todavía sin rendirse, es difícil considerar que se trate de un elemento preventivo.

Según han adelantado fuentes europeas, el comisario Olli Rehn presentará la revisión específica de España, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Italia, Hungría, Malta, Holanda, Eslovenia, Finlandia, Suecia y el Reino Unido. El otro país al que la Comisión va a llamar la atención será Eslovenia, donde acaba de estallar una burbuja inmobiliaria que ha dejado temblando el sistema bancario.

El segundo ciclo anual de este procedimiento comenzó en noviembre con el informe sobre el mecanismo de alerta, que se basa en 11 indicadores que se supone que deben señalar aspectos de la economía que no funcionan bien y que son el síntoma de un mal general. España no ha alcanzado la situación que la Comisión define como correcta en seis de los indicadores: la balanza por cuenta corriente, la inversión internacional, la cuota de mercado de las exportaciones, la deuda del sector privado y del público y el paro.

Según las cifras a las que ha tenido acceso ABC (ver gráfico adjunto), en el próximo análisis con cifras ya de 2012 habrán mejorado los datos sobre la balanza por cuenta corriente, aunque el desempleo seguirá siendo el elemento más alarmante de todo el panorama de la economía española. También suspenderá nuestro país en deuda pública y privada, aunque su comportamiento es desigual, ya que mientras el sector privado reduce su endeudamiento, el público sigue creciendo. El otro suspenso se refiere a las inversiones netas en el exterior.

En otros cinco de los «termómetros» de la economía, el tipo de cambio efectivo real, los costes laborales unitarios, los precios de la vivienda, el flujo de crédito al sector privado y los pasivos totales del sector financiero, la situación de España no es mala, cumplió los umbrales puestos por Bruselas en 2011 y volvió a hacerlo en 2012. Y de hecho, el último año, nuestro país habría pasado otras dos asignaturas: la balanza por cuenta corriente y, a falta de datos definitivos, la cuota de exportaciones. De modo, que los suspensos en el próximo examen se reducirían a cuatro. La CE decidirá hoy si vuelve a llamar la atención del Gobierno o si abre el camino para las sanciones.