Los empleados de banca chipriotas piden que se garanticen sus pensiones
Temen que un tercio de los trabajadores del sector sea despedido tras la reestructuración bancaria
DANIEL IRIARTE
Los trabajadores de los bancos chipriotas expresaron ayer de diversas formas su protesta por la reestructuración de las dos principales entidades financieras del país como parte del acuerdo con Bruselas. Los empleados de banca hicieron un parón de dos horas a partir del mediodía, después ... del cual los trabajadores de las sucursales de Nicosia se concentraron frente al Parlamento, a petición del sindicato bancario ETYK.
«Queremos que el gobierno asegure los fondos de pensiones de los trabajadores del sector bancario. Es muy importante para nosotros, porque pertenecen a nuestros hijos», explica a ABC Pantelios, miembro del ETYK. «Queremos también asegurar nuestros puestos de trabajo. El Banco Popular tiene unos 2.300 empleados, y el Banco de Chipre, unos 3.400. Es imposible que un solo banco pueda funcionar con toda esa gente, así que cuando los dos se fusionen muchos se quedarán en la calle», afirma.
Los trabajadores creen que en torno a dos mil personas, casi un tercio del total, perderán su empleo tras la reconversión. «Por ahora solo hay rumores, no hay nada seguro, pero será mucha gente», nos dice Marios Kunduris, trabajador del Banco Popular. Por ello, no es extraño que a la manifestación de esta tarde hayan acudido varios miles de personas, convirtiéndola en una de las más multitudinarias de las últimas semanas.
«Fuera del banco, no tengo nada»
«A mí me quedaban todavía diez años para jubilarme, pero es posible que en tres meses tenga que irme a mi casa», cuenta Kunduris, mientras su voz empieza a temblar al relatar su situación. «Fuera del banco no tengo ningún ingreso, y tengo tres hijos menores de edad. Es más, he trabajado veinticinco años en el Popular, y mis ahorros de todo este tiempo están en este banco. Voy a perder esa cantidad, también», comenta.
«Los responsables son los anteriores gestores de estos bancos, que hicieron inversiones erróneas, en sitios como Grecia, Rumanía, Bulgaria y Croacia. Y lo vamos a pagar nosotros», asegura Andreas, empleado también del Popular, aunque, afirma, «ahora todos somos parte del mismo banco».
En la manifestación participaron también trabajadores del sector de las telecomunicaciones y el suministro eléctrico. El sindicato ETYK pide al gobierno que lance un programa de jubilación voluntaria, que asegure las pensiones y otorgue incentivos para el retiro.
«El gobierno ya ha prometido proteger las pensiones, pero queremos una ley que lo garantice, y por eso nos manifestamos, ahora que se están discutiendo nuevas ideas al respecto», afirma Pantelis. «Estoy seguro de que si se aprueba esta ley, mucha gente se retirará voluntariamente y los más jóvenes podrán conservar su empleo. Y el nuevo banco también podrá sobrevivir», dice.
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