Los generosos despidos de la banca nacionalizada
Las entidades apuestan por la paz social y deciden no aplicar la indemnización mínima de 20 días por año
maría cuesta
«Todo lo que favorezca la estabilidad de España es bueno. Y lo que favorezca su inestabilidad, muy, muy malo». Así resumía esta semana un alto cargo del Eurogrupo el sentimiento que reina en Bruselas con respecto a la recobrada tranquilidad de nuestro país. Hay ... que preservarla, cueste lo que cueste. Una tesis que ha guiado también los generosos acuerdos alcanzados en los despidos de la banca nacionalizada.
Bruselas impuso el recorte de unos 10.000 trabajadores a las entidades que apuntalaron su futuro con dinero público. Aunque en principio se barajó la posibilidad de que la Comisión impusiera que las bajas se indemnizaran con el mínimo legal, finalmente los expedientes de regulación de empleo (ERE) que han acordado los responsables del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con los sindicatos superan ampliamente los 20 días por año trabajado con un máximo de 12 meses, cuya aplicación facilitó la reforma laboral.
El Estado ha preferido no ahorrar costes en la reestructuración , pese a que será el erario público quien se haga cargo de la factura cuando aún no se ha dado por cerrada la etapa de recortes y esfuerzos fiscales para el conjunto de los contribuyentes.
La única entidad sistémica de las nacionalizadas, Bankia, ha estado en el punto de mira por la magnitud de sus cifras . Sin embargo, las condiciones para Banco de Valencia, cuyo futuro está ya en manos de CaixaBank, han sido más generosas. En la entidad valenciana, los trabajadores con 52 años de edad podrán acogerse a una prejubilación por el 80% del salario base y con 56 años podrán percibir hasta el 85%. Las bajas incentivadas se retribuirán con 30 días por año y un máximo de 24 mensualidades para los menores de 50 años, mientras que los que superen esa edad podrán sumar 36 mensualidades.
En cuanto al banco que preside José Ignacio Goirigolzarri, las bajas incentivadas se dividen en función de la voluntariedad, la edad y la evolución del plan de recolocación. Las indemnizaciones rondarán los 30 días por año trabajado. En concreto, se ha pactado una indemnización de 30 días sobre la retribución fija con un tope de 22 mensualidades para las bajas voluntarias, que además tendrán complementos ligados a la antigüedad y al acogimiento voluntario.
En el caso de las salidas forzosas, la entidad y los sindicatos han acordado dos caminos, diferenciando entre los empleados a los que no se les ofrezca trabajo en 18 meses, dentro del plan de recolocación, y aquellos a los que se les oferte otro trabajo indefinido, que puedan aceptar o rechazar. Para el primer caso, la indemnización será de 30 días por año con un tope de 20 mensualidades más un complemento ligado a la antigüedad, en tanto que a quienes se logre recolocar, la indemnización sobre la retribución fija ascenderá a 25 días con un máximo de 16 mensualidades.
También se pactaron prejubilaciones voluntarias a partir de los 54 años, lo que beneficiará a alrededor del 40% de los afectados por el ERE. Para ellos, la indemnización será del 60% del total de la retribución. Distinta suerte han corrido los empleados de NCG, que han convocado finalmente la huelga para el jueves y viernes de la semana próxima , al no llegar a un acuerdo con la entidad. Pero además de en la entidad gallega, la mirada está puesta ahora en los ajustes que deben aprobar las cuatro entidades del llamado grupo 2: Liberbank, Caja 3, Banco Ceiss y BMN. Aún no han sido nacionalizadas pero recibirán 1.865 millones de dinero público que deberá pagarse con ajuste de capacidad.
Así, a falta de que arranquen las negociaciones, lo único claro es que, en plena crisis económica, el único valor que cotiza al alza es la paz social.
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