Cómo esquivar las comisiones bancarias antes y después de haberlas pagado

Si todavía no ha sufrido ninguna comisión de improviso, sepa que lo mejor en estos tiempos es no ser fiel al banco. La fidelidad a la entidad ha terminado tanto con la aparición de la banca online como de campañas agresivas de la banca tradicional, eliminando comisiones para captar nóminas y recursos de potenciales clientes.

Para ello, la mejor estrategia es buscar una cuenta entre los bancos que estén en campaña sin comisiones. También se puede negociar de entrada , antes de firmar el contrato, las comisiones a cero; a cambio de depositar una cantidad importante de dinero, contratar ahí algún seguro, abrir en esa entidad un plan de pensiones...

Otra opción es aceptar una cuenta o depósito con comisiones pero que nos proporcione algún beneficio que las compense: regalos, rentabilidad, devolución de recibos...

Pero, ¿qué ocurre si ya hemos pagado las comisiones?

Existen varios mecanismos para recuperar las comisiones que ya han sido cobradas. En general, cada oficina cuenta con un presupuesto concreto o «bolsa» de comisiones que se les permite devolver cada mes a algunos clientes, según su criterio y dentro de unas normas. Es decir, esta práctica no es solo posible sino que está totalmente prevista en los presupuestos de bancos y cajas.

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