Zapatero retuvo 14.000 millones de euros de la «hucha» de las pensiones

Es decir, que pese a que la Seguridad Social cerró el año 2008 con unos excedentes presupuestarios de 10.357 millones de euros , en 2009 la dotación aprobada por el Consejo de Ministros fue de cero euros. Y pese a que también cerró 2009 con unos excedentes presupuestarios de 4.073 millones de euros, la parte de los mismos que fue destinada al Fondo de Reserva por el Consejo de Ministros del entonces Gobierno socialista fue, de nuevo, cero euros.

La única aportación que se realizó en esos dos ejercicios fue la extemporánea del año 2010 con excedentes del año 2008 por importe de 1.740 millones de euros. Esta última dotación equivale tan solo al 12% de los excedentes presupuestarios que se generaron, de forma que el 88% no se destinó al Fondo de Reserva, según se refleja en un documento interno del Ministerio de Empleo al que ha tenido acceso ABC.

¿Los motivos? Fuentes de la Seguridad Social explican que oficialmente el Gobierno socialista no llegó a dar explicación sobre este incumplimiento de ingresos ante la comisión parlamentaria de seguimiento del Pacto de Toledo, si bien es cierto que en aquellos años las tensiones de liquidez de la Seguridad Social por la crisis económica sacudieron también con fuerza al sistema; el impacto de la morosidad y los aplazamiento en el pago de cotizaciones sociales se notó en los ingresos mientras las pensiones, como ocurre actualmente, siguieron creciendo en número y cuantía.

Sin embargo, las tensiones de tesorería no tuvieron que ver en aquellos años con la solvencia del sistema público de pensiones, que cerró en positivo, sino con el hecho de que la Seguridad Social anticipa el pago de las prestaciones por desempleo al Ministerio de Hacienda o del Fogasa . Actúa como una caja de cobro para todo tipo de prestaciones.

El Fondo de Reserva se creó a raíz de una de las recomendaciones del Pacto de Toledo (1995) como una fórmula de ahorro para preservar el pago de las pensiones públicas de los vaivenes de los ciclos económicos, como una «hucha» en la que los gobernantes de turno estarían obligados a ingresar el superávit obtenido en cada ejercicio económico. De esta forma quedó regulado en la Ley 28/2003.

Las aportaciones al Fondo de Reserva comenzaron a materializarse en el año 2000 y generalmente la Seguridad Social ha ido haciendo dos ingresos al año para ir engordando esa «hucha». Sin embargo, en los ejercicios de 2008 y 2009, y pese a registrarse excedentes, la caja de las pensiones públicas no creció.

A 30 de noviembre, el Fondo de Reserva había acumulado 66.860,12 millones de euros, el 6,29% del Producto Interior Bruto (PIB). Llegó a tener en los años de bonanza cerca de 70.000 millones de euros y, por primera vez, fue abierto el pasado mes de septiembre. El fuerte impacto de la crisis en las cuentas de la Seguridad Social llevó sin remedio al Gobierno de Mariano Rajoy a tomar 3.063 millones de euros de ese fondo para pagar las pensiones, a la vez que renunciaba a su compromiso de rebajar en un punto las cotizaciones sociales para 2013 y anunciaba nuevas reformas en el sistema de pensiones.

Entre ellas, restricciones para las jubilaciones anticipadas con la idea de retrasar el mayor tiempo posible la edad de retiro del trabajador con el doble objetivo de frenar la expulsión de trabajadores de mayor edad del mercado, como ha venido ocurriendo en los último años de crisis, y mantener durante más tiempo los ingresos.

El pasado julio, el Gobierno abría la «hucha» después de constatar la situación de déficit del sistema, lo que inmediatamente da pie a recurrir a esta herramienta de emergencia diseñada como un mecanismo contra la insuficiencia de recursos al sistema para satisfacer sus gastos. Entre 2010 y 2011, la Seguridad Social sumó un déficit de 7.705,80 millones, lo que, por otro lado, no ha permitido volver a dotar ese fondo.

Pero no fue la única vez que el Ejecutivo se vio obligado a recurrir a ayudas externas para hacer frente a los pagos. Ya en julio pasado se produjeron tensiones de liquidez en la Seguridad Social, agravados por los aplazamientos en el pago de cotizaciones sociales a los que se han visto obligadas muchas empresas por la falta de liquidez. Entonces el Ejecutivo recurrió al fondo de prevención y rehabilitación, que se nutre con los excedentes de las mutuas de accidentes de trabajo, en aquel momento con 4.400 millones.

Y el pasado viernes, al mismo tiempo que el Gobierno anunciaba que cumplir con un déficit del 6,3% del PIB a final de año era incompatible con compensar a los pensionistas por la desviación de los precios, adelantaba también que de nuevo se veía obligado a recurrir al Fondo de Reserva para hacer frente a la pagos de este mes. En diciembre, como ocurrió en julio, se han producido momentos delicados en las cuentas de la Seguridad Social, que necesita más de 15.000 millones para abonar las rentas a los jubilados, la paga ordinaria y la extraordinaria de Navidad. El Consejo de Ministros aprobó la pasada semana una modificación de la ley para disponer de otros 3.500 millones de euros.

Pese a no poder hacer frente a la revalorización de la pensiones, Mariano Rajoy ha decidido que incrementará el próximo año las pensiones, la única partida junto al pago de los intereses de la deuda pública que crecerán en 2013. Para las rentas que sean superiores a 1.000 euros el alza que tendrán los jubilados en sus pagas será del 1%; para las pensiones que sean inferiores a 1.000 euros el aumento previsto es del 2%.

Como ya informó este periódico, revalorizar las pensiones de acuerdo con la evolución de los precios hubiera supuesto 3.890 millones de euros; subir un 1% adicional al 1% previsto a 6,6 millones de pensionistas (74% del total) supondrá 1.513 millones de euros. Es decir, que el ahorro para las arcas públicas será superior a los 2.300 millones de euros.