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Tenis

Los sacrificios de Rafa Nadal

Impulsado por una pretemporada en plenas condiciones, el balear, que asume que ya no es un chaval de 20 años, cuida más el descanso y la dieta

Rafael Nadal, durante un partido del Mutua Madrid Open BELÉN DÍAZ
Enrique Yunta

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En las tripas de la Caja Mágica, poco después de que Rafael Nadal mordiera por quinta vez en Madrid , una reflexión invita a pensar en la gesta, que tiene de todo menos de casual. Habla Carlos Moyá , exnúmero uno del mundo y ahora, además de ser íntimo amigo, entrenador del campeón de 14 grandes. «En la pista intentas cambiar un par de cosas, que vaya evolucionando para volver a su esencia. Fuera de la pista... pues tiene 30 años. No son 20, y el cuerpo reacciona de forma distinta. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos, a la edad, y todo suma. Esos pequeños sacrificios que va haciendo se van reflejando ».

Moyá, recurriendo a las casi 31 primaveras de Nadal (cumple el 3 de junio, en pleno Roland Garros), no ofrece nada nuevo, pero sí hay que detenerse en lo de «esos pequeños sacrificios», silencioso el entorno del balear porque nadie quiere hablar del asunto, nadie quiere desvelar la receta . Es Nadal un trabajador infatigable, puede que el tenista que más horas consume en la pista de entrenamientos para perfeccionar un golpe o para preparar un torneo –ayer por la tarde ya estaba en Roma peloteando con Marc López–, pero ha pasado a tener una importancia capital todo lo que hace sin la raqueta.

Por primera vez en mucho tiempo, Nadal pudo realizar una pretemporada como toca, descansado porque en 2016 dejó de competir después de la gira asiática y preparando a conciencia el enésimo renacer. Entre medias, incorporó a Moyá a su día a día, un refuerzo de una importancia incalculable también en el aspecto personal, y con su equipo alteró ciertas rutinas. Este Nadal, que repite en casi todas sus comparecencias los años que gasta, mide ahora mucho más el esfuerzo, alarga las horas de sueño y administra los descansos con cabeza asumiendo que, superada la treintena, cada día amanece con agujetas. Además, lleva una nueva dieta . «Todo muy en serio. No es solo temas de nutrición. Son más cosas que hay que prestarles atención y él lo está llevando muy bien», cuenta Moyá.

Montecarlo, Barcelona y Madrid son tierras ya conquistadas, enfrascado el zurdo en la conquista de una hazaña hasta la fecha imposible. Busca. Esta semana en Roma otra alegría –debuta contra Nicolás Almagro mañana– y a la vuelta de la esquina está Roland Garros, que lo es todo. Nadal, con 15 victorias consecutivas en su mochila, jamás ha hecho repóquer de títulos en tierra, y esos «pequeños sacrificios» le acercan a la mayor epopeya del tenis.

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