Hazte premium Hazte premium

roland garros 2013

Un ascenso desde el infierno para Nadal

Volvió hace cuatro meses después de una etapa muy dura lejos del tenis, con el apoyo de familia y amigos

Un ascenso desde el infierno para Nadal

enrique yunta

Cada vez que Rafa Nadal abre la boca recuerda de dónde viene, recuerda que hace unos meses veía partidos como los de hoy por televisión en Mallorca. Ya no quiere que se hable de la rodilla y así lo reitera cuando se le pregunta, recurrente el «de esto ahora no toca», pero es inevitable pensar en que hace cuatro meses, en Viña del Mar, Nadal regresaba en función de las señales que enviaba su rodilla. Fueron siete meses y pico sin jugar a tenis , siete meses y pico de incógnitas y preguntas . La única realidad es que el balear no podía y nadie le daba una solución concreta. «La incertidumbre es lo peor» , confesaba en diciembre a ABC. «No hay un remedio concreto para esta lesión y eso hace todo un poco más complicado». Hoy vuelve a morder un título en París, su octavo Roland Garros. Nadie ha hecho tanto en un mismo torneo, nadie es como Nadal .

Del zurdo se han escrito mil hazañas y todas están justificadas. Pero han sido estos últimos cuatro meses en donde Nadal, definitivamente, ha conquistado el corazón de cualquier aficionado, un tenista respetado en el circuito y puesto siempre como ejemplo por su espíritu de superación. «He aprendido a sufrir, incluso disfruto sufriendo» , reflexiona. Su cuerpo lleva 44 partidos en lo que va de temporada, más que nadie, y 42 de ellos los ha resuelto con victoria, con mucho su mejor inicio de año y justo después de la lesión . Es resistencia, Nadal es siempre una bola más.

Cuando el cuarto del mundo, que el lunes pasará a ser quinto porque le superará David Ferrer, alcanza el cielo al derrotar a Novak Djokovic en las semifinales, su palco se abraza con los ojos vidriosos, derrumbe incipiente. «Es un milagro, es un milagro» , exclama Toni Nadal en la zona de los jugadores, inundada estos días por españoles. El tío y entrenador sólo acierta a decir eso antes de pedir disculpas, no puede hablar. Sabe cómo ha sido el camino, las pruebas que se han superado, lo que es el dolor. Desde el 28 de junio de 2012, cuando perdió en Wimbledon ante Lukas Rosol , hasta el 5 de febrero de este año, en el que volvió a una pista en Viña del Mar para jugar en dobles con Juan Mónaco , Nadal había sufrido más que en cualquier otra situación.

Se perdió todo lo que tenía programado, siendo especialmente doloroso para él ausentarse de los Juegos Olímpicos de Londres . Era abanderado de la delegación española, con todo lo que implica para alguien como él, y dijo «no» como a otros tantos torneos . Se perdió el US Open, la final de la Copa Davis en Praga, la Copa de Maestros de Londres... Cada semana, una renuncia. Incluso se ausentó de Abu Dhabi, Doha y Australia cuando ya tenía programado el regreso.

Pesca, golf, amigos

En todo este tiempo, trabajo y más trabajo, la receta que impera en su clan y que aplica desde que era un crío. « Tampoco viví tan mal» , bromea. Le dio para mejorar en el golf —es hándicap 3.4 e incluso ganó un torneo amateur—, para disfrutar de Mallorca, para ser un joven normal haciendo vida con sus amigos.

El circuito, que en realidad es lo que le gusta, no se lo permite y Nadal le puso buena cara al mal tiempo. Ha vuelto con una fuerza impresionante y hoy lo ha confirmado ante David Ferrer en la novena final del curso, la novena en nueve torneos. Ante el alicantino, pero también contra Djokovic en esas cuatro horas y 37 minutos, ha vuelto a demostrar que nadie lucha tanto como lo hace él.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación