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Real Madrid

El seguro de vida de Zidane

Forjado en Valdebebas, Lucas Vázquez volvió por la puerta de atrás en 2015, para ponerse delante, entre los hombres importantes del Real Madrid, porque defiende bien y rinde siempre; el revulsivo del equipo, decisivo junto a Vinicius ante el Atlético y el Osasuna

Tomás González-Martín

Su obsesión por estar preparado para jugar en todo momento ya es leyenda en el Real Madrid. Listo para el combate cuando Zidane lo requiera. Su dedicación al trabajo físico es una religión con brujería gallega. Unas pesas le destrozaron un pie hace tres meses y cortaron su temporada. Llegó a la cantera madridista hace trece años, cuando tenía quince. Brilló con Carvajal y Morata en los juveniles. Su evolución era espléndida, un extremo de regate y buen centro, y el Español solicitó su cesión en 2014, con opción de compra. El informe técnico del Real Madrid al final de aquella campaña argumentaba que Lucas fue uno de los hombres que más regates realizó en el campeonato. Había que recuperarle. Fichó como futbolista del primer equipo blanco hace cinco años. Ha sido un fijo para Zidane y para Solari, para Benítez y para Lopetegui. Un delantero sin caché internacional que rinde mucho más que los que tienen apoderado de relumbrón.

Superada la lesión de las pesas, ha vuelto a ser un «arma letal 2» para Zinedine, la que entra en los segundos tiempos y decide los partidos con goles o asistencias.

Hay un análisis interno del Real Madrid que se hizo importante hace unos años: «¿Para qué vamos a fichar si al final el que se merece jugar es Lucas?»

Suplente en el once inicial teórico al principio de cada curso, después juega tanto o más que un titular. Buen amigo de Ramos, ha disputado 33, 50, 53 y 47 encuentros en sus cuatro temporadas anteriores, rematadas con tres Champions. En la presente suma 14 por culpa del pie roto, con tres goles. Lo mejor está por llegar para él.

Zidane: «Confío en Lucas»

«Confío en Lucas», señala Zizou. Cuando le cuestionan por otro futbolista, el francés añade en su reflexión: «Y Lucas», porque los elogios que pueda destinar a cualquiera de sus pupilos debe extenderlos también a este gallego que lo da todo. Lo hace todo bien. Y está dispuesto a hacer lo que le piden, sea extremo, centrocampista o lateral, con misión de atacar y defender. No todos pueden. Su entrega aeróbica es enorme.

Hay un análisis interno del Real Madrid que se hizo importante hace dos años: «¿Para qué vamos a fichar si al final el que se merece jugar es Lucas? » El rendimiento del gallego, que no es un futbolista de renombre, hizo que el club descartara algunos fichajes y centrara sus objetivos en intentar fichar en el futuro a una figura como Mbappé ¿Para qué iba a gastar dinero en jugadores que no superarían el nivel del rapaz de Curtis? «Lucas ha sido un ‘ahorramás’ para el Real Madrid», destaca un profesional de la casa.

La historia ha vuelto a repetirse: lesionado, en segundo plano, el coruñés se ganó de nuevo un lugar en la cabeza de Zidane. El técnico confía en él y es, junto a Vinicius, el revulsivo de las situaciones complicadas. Así sucedió ante el Atlético. Los dos fueron lo hombres que provocaron una difícil victoria. En El Sadar, el pasado domingo, marcó el 1-3 que sentenció los puntos cuando Osasuna buscaba el empate. Es el jugador que está en el sitio adecuado en el momento adecuado. El Real Madrid lo recuperó en 2015 por un millón de euros. Recibió ofertas por 65 millones para traspasarle en diversos momentos. Está cotizado. Rinde y no es prepotente, no crea problemas.

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