Hazte premium Hazte premium

Operación Soule

Los manejos de Gorka Villar implican a altos cargos de la UEFA y la FIFA

La documentación intervenida prueba que el hijo del presidente de la RFEF usó la influencia de su padre para beneficiar a quienes le contrataban

Gorka Villar EFE
Fernando Rojo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los tentáculos de la red de corrupción de los Villar no solo llegaron hasta los más recónditos rincones de las federaciones territoriales, como demuestran las grabaciones de la UCO , sino que involucraron también a dirigentes internacionales. Un salto cualitativo que convierte la operación Soule en un caso de corrupción a gran escala y de ámbito mundial. Según señalan a ABC fuentes conocedoras de la investigación, la documentación intervenida revela una red de tráfico de influencias en la que estarían comprometidos miembros de la FIFA y la UEFA .

El punto de partida de la trama internacional de los Villar radica en el extraordinario poder que fue acumulando, también a nivel internacional, el patriarca de la familia. Inmediatamente después de ser elegido, en 1988, por primera vez presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ingresó en el Comité Ejecutivo de la UEFA y alcanzó la vicepresidencia , rango que sigue conservando hasta la fecha. Un asiento que ha compatibilizado con otros cargos estratégicos como la presidencia del Comité Legal o la vicepresidencia del Comité de Traspasos del organismo europeo.

Red de contactos

Ese poder a nivel continental se quedaba corto para el ambicioso Ángel María, que dio el salto en 1998 al Consejo Ejecutivo de la FIFA, donde ocupa la vicepresidencia. Ahí es donde trabó buena amistad con los gerifaltes históricos del fútbol internacional, como Joao Havelange o Joseph Blatter , que antes o después terminaron viéndose implicados en sonoros casos de corrupción. «Son y serán mis amigos», proclamó Villar en mitad del «FIFAgate» , incapaz de decir nada malo de los mandatarios que rigieron un organismo que aún hoy lucha contra el estigma de la corrupción. Al fin y al cabo, él aprendió sus tretas y terminó traspasando esa forma de comportamiento a su hijo.

Abogado especializado en Derecho deportivo, Gorka Villar empezó desde muy pronto a acompañar a su padre a todos los congresos y asambleas internacionales, donde el patriarca le iba presentando a los representantes de federaciones de países de los cinco continentes, con los que ha terminado realizando negocios muy beneficiosos para su despacho de abogados y de consultoría, como demuestra el medio millón de euros que se embolsó por los amistosos de la selección. Esa red de contactos ha sido especialmente fructífera en Iberoamérica , donde Ángel María Villar terminó ejerciendo una influencia descomunal, sobre todo después de su alianza con los Grondona, auténticos «capos» no solo de la Federación Argentina, sino también de la Confederación Sudamericana (Conmebol).

Con la agenda y el apellido de su padre, el resto del trabajo era pan comido para Gorka, cuyo despacho de abogados y de consultoría, Sports Advisers, partía con una posición privilegiada respecto a empresas similares de España y el resto del mundo. Si a alguna federación o club le acuciaba un grave problema con la FIFA o la UEFA, sabía que recurriendo a los servicios de Gorka contaba con mayores opciones de ganar el pleito que si acudía a cualquier otro abogado.

Negocios redondos

En ocasiones, ni siquiera tenía que mover ningún hilo con el organismo en cuestión. El apellido bastaba . Al fin y al cabo, Villar no solo es el vicepresidente, y por tanto superior jerárquico de los cargos o funcionarios que tenían que decidir sobre el caso. También ocupa la presidencia o la vicepresidencia de otros dos comités estratégicos en la UEFA, como el Comité Legal o el Comité de Estatus del Jugador. Los investigadores han podido comprobar por la documentación y las escuchas que se han intervenido que Gorka alardeaba de esta condición y la utilizaba para conseguir cada vez más clientes .

Pero el hijo de Villar no se conformaba con los contactos y el apellido de su padre. También quería aprovecharse del tirón de la selección campeona de Europa y del Mundo. Muchos se preguntaban en agosto de 2010 cómo era posible que los internacionales españoles tuvieran que cruzarse el charco en un viaje incomodísimo para jugar contra México apenas un mes después de haber alzado el trofeo en Sudáfrica. La respuesta es simple: Gorka Villar estaba negociando un contrato con la Federación Mexicana que le aportó un beneficio de 36.644 euros el año siguiente por no hacer nada. Así eran los negocios redondos del hijo de Villar.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación