Dos muletas para despedir al mito

El fútbol saca a menudo lo mejor y lo peor del ser humano. A veces lo que ocurre en los campos de fútbol merecería una página de sucesos, pero hay otras en las que la bondad de sus seguidores nos reconcilia con el deporte en general. El pasado sábado, mientras Diego Milito se despedía del fútbol defendiendo los colores del Racing , el club de su corazón, dos chavales dejaron una imagen para el recuerdo. Un ejemplo de generosidad que se ha viralizado.

[Vídeo: El insaciable Diego Milito ]

Cada partido, en los bordes de «El cilindro» , que así se llama el estadio del Racing, decenas de chavales dan patadas al balón imaginando su momento de gloria. Uno de estos soñadores suele ser Santiago Fretes , de 10 años, un niño al que una malformación genética privó de su pierna derecha. El sábado, cuando Diego Milito dio la vuelta al estadio, Fretes cedió una de sus muletas a otro chaval para salvar la altura del foso del estadio y ver al ídolo.

La imagen corrió en seguida por la redes sociales. La cuenta de Twitter de la madre del niño ( @BonomoSabri ) subió la foto y fue muy celebrada en Internet. Santiago es un ejemplo de superación no solo por jugar al fútbol con habilidad, sino por practicar otros deportes como el judo . Tanto el niño como la madre llevan tiempo esperando una prótesis que facilite la vida de Santiago. Su caso ha sido noticia en Argentina y carne de clic en el resto del mundo.

Gracias a esta imagen para la historia, el pequeño ha salido en varias televisiones de su país. Él juega a menudo en los bordes del cilindro y casi nunca le presta atención al partido . Pero si la imagen sirve para conseguir una operación, bienvenida sea.