Suscribete a
ABC Premium

David Gistau

Dios no juega

David Gistau

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En general, prefiero lo conseguido por uno mismo a lo otorgado por la providencia. Soy poco español en esto. Por eso no me santiguo antes de tirar un penalti. Bueno, en realidad, cuando competí jamás me permitió nadie ser el que tiraba el ... penalti. Se ve que aspiraban a ganar los partidos. Pero, de haberlo hecho, no me habría santiguado, habría tratado de conseguir el gol solo, ahí, a pelo, sin murmullos petitorios, sin atraer el favor de ninguna deidad. A veces me pregunto hasta dónde me alcanzaría la temeridad de afrontar cosas sin santiguarme primero. Puedo volar hasta el Cono Sur sin hacerlo ni una sola vez, aunque haya turbulencias, y eso que ahí está delegando uno su suerte en otro personaje providencial, el piloto. En una trinchera del Somme, en el preciso instante en que el oficial sopla el silbato para cargar locamente, a grito pelao, contra las ametralladoras de los «kraut». Yo creo que ahí sí me santiguaría, pero procurando que no me viera nadie. Al desvestirse lentamente Charlize Theron después de encontrármela por sorpresa en una habitación de hotel también me santiguaría, e incluso diría Jesús, María y José.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia