Un Barça vergonzoso se confunde con un Segunda B

Pitó Prieto Iglesias, un hombre de seis y medio que con su aspecto de representante de fotocopiadoras y corte de pelo de peluquero moderno de Nou Barris le acababa de dar la estética que merecía a tan innecesario encuentro. El entrenador local, llamado Cobos, iba excesivamente protegido contra un clima improbable. Vestía un absurdo jersey de lana con unos lamentables motivos blanquecinos en el pecho, uno de esos jerséis que le hubiera regalado o una novia muy celosa o una tía abuela paterna que viviera en un pueblo todavía más lejano, y todavía más pequeño.

El Barcelona , no sé si en un acto de ternura compasiva, igualó su fútbol al del rival y el partido resultó horroroso de cabo a rabo. El césped presentaba un estado que habría que condenar. Elías en el minuto 19 chutó acertadamente pero Masip paró sin problema estirándose a su izquierda.

Cada vez que las cámaras enfocaban al público, mi mujer hacía comentarios sobre lo afortunados que hemos sido. La vida sonríe en la ciudad y todo fluye ligero y amable. En los pueblos pasa la vida más lenta. Por eso las pieles de sus gentes son más gruesas y las facciones más duras y las miradas más penetrantes, como si a cada instante tuvieran el presentimiento de la muerte.

El portero Fuertes, en el 23, puso un buen puño para rechazar una falta servida por Adriano. El Barcelona continuaba confundiéndose con el Villanovense, con un fútbol que daba pena verlo. El palo del córner no era flexible y se rompió, y jugamos unos minutos sin banderín en una de las esquinas, como en un partido de la posguerra. En ese palo de hierro, antirreglamentario y roto, estaba el resumen del partido y del ambiente. Justo en aquel momento pudimos ver por la tele que el jersey de Cobos tenía, además, capucha. En el 39, memorable caño del local Víctor Calatrava a un tal Kaptoum que —por lo visto— es un jugador del Barça. En el 41, espectacular remate de espuela de Javi Sánchez, que se estrelló en el larguero.

El Villanovense consiguió aguantarle medio partido a un Barcelona vergonzoso sin que los de Luis Enrique generaran ni una sola ocasión de gol.

La segunda mitad empezó sin cambios e igual de vulgar que la primera. Qué aburrido es el fútbol cuando el talento no comparece. En el minuto 6 Mathieu chutó tan mal que merece ser consignado. En el 8, Adriano centró una falta con tan poca gracia que el balón salió llorando. El Barça, qué espanto. Al Villanovense no se le puede negar la compostura, ni el mérito, pero el fútbol es otra cosa.

En el minuto 18, entre Samper y Kaptoum crearon una superioridad numérica que concretó Sandro con un potente chut que salió ligeramente alto. En el 20, un disparo mucho más inocentón del mismo jugador fue el primero que el Barça lograba colocar entre los tres palos.

Un ridículo engaño en los córners que servía el Barça parecía una burla a los locales, como si los tomaran por memos. Dos jugadores en la esquina, uno levantaba la mano y hacía ver que chutaba pero sólo pasaba por encima del balón, sin tocarlo, y era el otro quien lo ponía en juego. ¿Por qué?

Partido ofensivo, insultante del Barça, con unos suplentes que demostraron ser no más que rémora. Estos chicos no sirven ni contra un Segunda B. Habrá que soltar lastre.

Villanovense : Fuentes; Cubi, Javi Sánchez, Trinidad, Tapia; Curro, Pajuelo, Calatrava (Jario, min.75), Elías (Antxo, mi.67); Casi (Juanfran, min.76) y Moraga.

Barcelona : Masip; Douglas, Bartra, Vermaelen, Mathieu; Gumbau, Samper, Kaptoum (Aitor, m.62; Munir, Sandro y Adriano.

Árbitro : Eduardo Prieto Iglesias (Colegio Navarro). Amonestó a Gumbau (m.58)y Trinidad (min.81).

Incidencias : Partido adelantado correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Romero Cuerda ante 10.500 espectadores. Lleno. Césped nuevo.

«Villanovenses»; post de Salvador Sostres pidiendo disculpas

El Villanovense , el club más representativo de Villanueva de la Serena (Badajoz), recibe este miércoles al Barcelona en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Un partido que ha revolucionado a este municipio de 26.000 habitantes , donde la industria agroalimentaria es el eje económico y laboral. Te presentamos algunas de las interioridades de este humilde club extremeño.

El Villanovense , 11º clasificado en el Grupo IV de Segunda B , disputa sus partidos en el Romero Cuerda , que ha sufrido una transformación para el histórico duelo ante el Barcelona. Desde 1976, el estadio del conjunto extremeño lleva el nombre de Manuel Romero Cuerda, uno de los grandes alcaldes de la historia reciente de Villanueva de la Serena. Con un aforo de 3.000 personas, se ha habilitado para poder albergar en este encuentro a 10.000 espectadores. Para ello se han instalado gradas supletorias, tanto en ambos fondos, como en zonas laterales de tribuna y preferencia. El estadio también se ha sometido a obras en los últimos días para mejorar la zona de vestuarios y habilitar espacio a los 80 periodistas que cubrirán el duelo.

El Villanovense es uno de los clubes más humildes de la categoría de bronce del fútbol español, pero pocos le ganan en ilusión. Esta noche se enfrentan un gigante como el Barcelona, que esta temporada maneja un presupuesto superior a los 600 millones de euros, y un modesto que con 250.000 euros cubrirá este todos sus gastos. Un dato esclarecedor de la abismal diferencia entre ambos equipos. Solo el argentino Messi, la gran estrella azulgrana, cobra 22 millones de euros por temporada, una cantidad que permitiría cubrir el presupuesto del conjunto extremeño (si mantuviera la actual cantidad) durante las próximas 88 campañas.

José María Tapia ocupa la presidencia del club serón desde hace ocho temporadas, aunque el fútbol es solo una afición para él. Reelegido por última vez en 2012, trabaja como jefe de ventas de una empresa local. Su técnico es Julio Cobos , que llegaba al club en la campaña 2013-14 para hacer campeón de Tercera al equipo y firmar un brillante ascenso a Segunda B [ Conoce a la directiva del Villanovense ].

En un club modesto como el Villanovense, los componentes de su plantilla no pueden vivir sólo del fútbol. Por ello, varios de los jugadores del cuadro extremeño compaginan este deporte con otras profesiones. Así, en el club serón hay dos empleados de la limpieza municipal ( Cubi y Pablo Moraga ), un agente de seguros ( Ángel Pajuelo ), un enfermero ( Javi Sánchez ) y un albañil ( Trinidad ). Además, otros miembros del plantel, como Jairo Caballero, Juanlu y Anxo , están cursando estudios [ La plantilla del Villanovense ].

El Villanovense afronta esta noche (20.30 horas) el partido de su historia. El conjunto extremeño disputa actualmente su sexta temporada en Segunda B , su techo en la liga española. Además, ha jugado diez temporadas en Tercera, acabando campeón en tres de ellas . El pasado curso fue uno de los más brillantes desde su fundación. Terminaba cuarto en la liga regular y disputada la fase de ascenso a la Liga Adelante, aunque caía en primera ronda ante el filial del Athletic, conjunto que finalmente acabaría ascendiendo a la división de plata.