Luis Enrique despeja la euforia del vestuario

Le quedan al Barcelona cinco jornadas hasta el final de Liga. Cinco «finales» como repite su técnico que, sobre el papel, parecen más asequibles que las de su máximo rival, el Real Madrid. Por supuesto, Luis Enrique no está de acuerdo. «Sobre el papel podemos hacer conjeturas y valorarlo, pero la realidad es que va a estar muy reñido y disputado, hay muy poca diferencia entre el primero y el segundo. El partido clave para ganar el titulo para nosotros es el del Getafe, que es el que podemos controlar».

La visita del Getafe al Camp Nou este martes será la primera de esas cinco finales. El equipo azulón ya le complicó las cosas en el partido de ida, en el que arrancó un empate sin goles. Mucho han cambiado las cosas ahora, con un Barça que navega a velocidad de crucero. Luis Enrique no cree que sus futbolistas crean que es un partido fácil. «No nos hemos relajado ni hemos dado sensación de tranquilidad en ningún partido. Ante el Getafe necesitaremos otra vez ser un equipo serio y disciplinado. Serán tres puntos determinantes porque ya vemos que los rivales no ceden», ha concluido.

Una de las grandes noticias del día en clave azulgrana ha sido la reincorporación de Thomas Vermaelen a los entrenamientos, después de recibir el alta médica el domingo. Nueve meses después de su fichaje, el central holandés está a disposición de Luis Enrique, que ha dejado entrever que será muy complicado verle jugar esta temporada. «Es un buen día para el equipo y para Thomas, una gran noticia tenerle con nosotros. Ahora peleará sus opciones, tiene competencia en su posición porque así lo decidimos en pretemporada, pero seguro que nos puede ayudar. Otra cosa será si lo hace desde dentro o desde fuera del campo», ha sentenciado.