El equipo catalán que no quiere jugar en Cataluña

El caso de este conjunto es una de las contadas excepciones admitidas por la FIFA, contraria a que los clubes disputen competiciones que no son del país al que pertenece. Levantado en la frontera con Francia, este pequeño pueblo del Valle de Arán que apenas supera el millar de habitantes cuenta con un equipo que cada dos semanas pisa territorio galo para disputar sus partidos de categoría regional. Lo lleva haciendo así desde mediados de la década de 1920. Sus primeros encuentros ya antes de federarse como equipo (1927-28) fueron en territorio francés.

Entonces, el actual túnel de Viella no era ni siquiera un proyecto y viajar hasta las poblaciones catalanas vecinas suponía un auténtico suplicio para los jugadores de la UE Bossost. Su directiva entendió que era más cómodo cruzar la frontera para enfrentarse a equipos de localidades galas mucho más accesibles y tomó esa decisión cuando aún no habían visto la luz ni la UEFA ni la FIFA. La finalización de la espectacular obra en Viella (1948) no cambió el escenario y la entidad ilerdense decidió continuar jugando en las competiciones francesas.

Pese a ser territorio español, nunca se ha planteado jugar en las categorías de fútbol de Cataluña. Sólo en Francia, donde a pesar de ser un club amateur goza de una considerable fama por sus orígenes y porque la rivalidad con sus vecinos galos ha ido en aumento con el paso de los años.