El Bayern se lleva tres puntos y muchas dudas de Moscú

Guardiola tiene mucho trabajo por delante. Su Bayern, tras un irregular comienzo de Bundesliga ya comanda con cierta solvencia la Liga alemana y en Champions, después de sumar su segunda victoria en dos partidos, ha quitado muchas piedras en su camino hacia los octavos de final, pero las sensaciones, ese concepto tan en boga en el fútbol de hoy, no son las mejores. Ante el CSKA, un rival con muchas limitaciones y con la velocidad de Musa y Tosic y la clase de Eremenko como únicas armas, solo pudieron vencer por la mínima y desde el punto de penalti. No se puede negar que el conjunto de Pep tuvo bastantes más opciones para llevarse a Múnich un marcador más abultado, pero los rusos rondaron el empate en muchas más ocasiones de las que debería de permitir un equipo que aspira a ser campeón de Europa. Neuer fue el mejor de los alemanes, con intervenciones decisivas en un par de manos a mano de Musa que le podían haber costado un disgusto al Bayern. El dato no es nada halagüeño. (Narración y estadísticas)

Benatia y Dante no dan el nivel en la defensa del BayernEl partido, como no podía ser de otra manera, lo dominó de principio a fin el conjunto muniqués. Xabi Alonso, de nuevo sublime, dirigió con maestría al equipo en la primera media hora de encuentro, la mejor de los alemanes. En ese tramo llegó el inocente penalti de Fernandez a Gotze, transformado por Muller, que coloca al Bayern con seis puntos antes del doble enfrentamiento contra la complicada Roma. Pero tras el tanto de los germanos, el CSKA, generoso en tareas defensivas y con las líneas bien juntas, dejó se sufrir y comenzó a lanzar peligrosos contragolpes que desnudaron a Dante y Benatia , dos centrales a los que le cuesta un mundo defender a cuarenta metros de su portería y cuyo rendimiento bordea el suspenso en este Bayern de Guardiola. La rapidez de Dumia los dejó en cueros en más de una ocasión, pero al nigeriano se le hacía de noche cada vez que el gigante Neuer salía a su paso. Poco después del tanto de Muller y nada más comenzar la segunda mitad el delantero africano disfrutó de dos ocasiones transparentes que el mejor portero del mundo se encargó de oscurecer. La cruceta también puso de su parte en un buen zurdazo del finlandés Eremenko poco antes del descanso.

Las preocupantes lagunas defensivas del Bayern las solucionó Pep en la última media hora con la entrada de Rafinha y de Shaquiri y el cansancio del CSKA que afrontó el último tercio del encuentro exhausto tras correr durante una hora detrás de un balón que circulaba al ritmo del más inteligente de la clase, Xabi Alonso. Ahí tuvieron Lewndowski, Gotze y Robben la sentencia del partido, pero arriba tampoco era el día del peligroso tridente del Bayern, fallón delante de Akinfeev. Tres puntos y mucho trabajo. Eso se lleva Pep de Moscú.