Comienza el juicio contra la gestión de Joan Laporta

Empezó la temporada futbolística y, en paralelo, comenzó con fuerza la carrera judicial que el Barcelona afrontará durante los próximos meses. Con el caso Neymar en suspensión y los litigios con la FIFA a la espera de una nueva declaración en el TAS, el club asiste este lunes a la primera vista oral de la acción de responsabilidad contra el expresidente Joan Laporta y 16 ex directivos por supuestas malas prácticas en el apartado económico de su mandato (2003-2010). La actual directiva, frontalmente enfrentada con la antigua cúpula, aprobó en su primera asamblea, con Sandro Rosell en la presidencia, llevar a Laporta a los tribunales. Por un exiguo margen de 29 votos, los compromisarios dieron luz verde a la propuesta de demandar al mandatario que la historia asociará sí o sí al Barça del sextete de 2009, probablemente el mejor de todos los tiempos. Curiosamente, Rosell, enemigo acérrimo de Laporta, se abstuvo a la hora de decidir sobre la cuestión, según él, «más importante de la historia del Barça».

Cuatro años han tenido las dos partes implicadas para acordar una solución que evitara el inicio del juicio. Cuatro años para intentar tender puentes que relativizaran el choque entre dos 'ismos' perfectamente diferenciados. De nada sirvió que Guardiola, que aguantó dos temporadas a Rosell, pidiera a la junta que retirara la demanda, mientras que la ascensión de Bartomeu a la poltrona azulgrana tampoco ha suavizado el escenario. El terremoto (y en eso se ampara todavía hoy el club) viene de la reformulación del último ejercicio económico de Laporta, que presentó un superávit de 11 millones de euros. El equipo de Rosell, sobre el mismo balance , volvió a analizar todos los movimientos para concluir que en realidad había pérdidas por valor de 79,6 millones y que, en total tras siete años de mandato, Laporta había dejado 47,6 millones de agujero en la caja. Mientras, la parte demandada mantiene que se le imputan injustamente pérdidas pertenecientes a los últimos días de la era Gaspart, así como salvedades no provisionadas cuyo fondo es interpretable.

Laporta, un personaje fácil de juzgar públicamente por su perfil díscolo y singular, deberá responder en los próximos días en la Ciutat de la Justícia sobre su gestión económica al frente del Barcelona. Si el juez le da la razón al Barça, el expresidente y 16 exdirectivos fieles (Magda Oranich, Patric Auset, Jordi Cubells, Ignasi Macià, Elena Fort, Rafa Yuste, Albert Perrín, Josep Antoni Colomer, Jacint Borràs, Jordi Torrent, Joan Boix, Alfons Castro, Jaume Ferrer, Xavier Sala i Martín, Xavier Bagués i Alfons Godall) tendrían que abonar de forma mancomunada 47,6 millones de euros, es decir, 2,86 por cabeza. Si por el contrario salen ganando el expresidente y los suyos, la junta de Bartomeu recibirá un revés público considerable y tendrá que apechugar con los elevados gastos de un proceso con muchísimos encausados. Este lunes declaran Xavier Sala i Martín y Alfons Godall. Para el martes se esperan los testimonios de Sandro Rosell y de Javier Faus.