Ni elecciones ni revoluciones en el Barça

Menos de un mes para que termine la temporada, para que Neymar y Jordi Alba lleguen frescos al Mundial , para que Gerardo Martino escape definitivamente a su Rosario natal o para ver si el presidente Bartomeu se sale con la suya y puede, como pretende, salvarse de un proceso electoral que probablemente, visto el drama deportivo a falta de las remotísimas opciones en Liga , terminaría con su mandato. Tres dolorosas derrotas en una semana han hundido al Barcelona hasta los fondos más bajos desde la desintegración del equipo de Rijkaard en la primavera de 2008. En cierta manera, algunos rasgos de ese pasado pueden recordar a la fotografía actual del primer equipo. [Sigue el Barcelona-Athletic en directo ]

Pero ayer Bartomeu se encargó de establecer algunas diferencias en una breve entrevista concedida a TV3 . «Será una remodelación profunda, no una revolución», vaticinó, a la vez que reforzó la figura de Andoni Zubizarreta como «líder» de unas decisiones que en parte «ya están tomadas». Ahora bien, una cosa es tomar una decisión y otra muy diferente es poder ejecutarla, ya que en este momento el club está sancionado por la FIFA y no podría hacer ningún fichaje. Ni siquiera Ter Stegen, un hecho consumado desde hace meses, estaría en disposición de coger el relevo del lesionado Valdés. No obstante, Alves, Pinto, Alexis, Song o Tello, integrantes todos de una lista de bajas tan obvia como embrionaria, sí que podrían cambiar de aires.

Otro tema (mucho más complicado) es Leo Messi, cuyo pasotismo en los últimos encuentros es tan indiscutible como su falta de sintonía con el actual equipo directivo. El mensaje oficial cuenta con el argentino como líder del futuro proyecto, pero la realidad entre bambalinas recoge una tirantez no resuelta, un enrarecimiento fomentado por el cruce de versiones que por un lado hacen reverencias al mejor jugador del equipo y por otro fabulan con una onerosa venta al PSG .