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liga bbva | jornada 13

Un Atlético muy rácano en Villarreal

El Villarreal mereció el triunfo ante un rival sin ambición al que solo sostuvo su bloque (1-1)

Un Atlético muy rácano en Villarreal

josé manuel cuéllar

Bramaba Bruno con su venda en la cabeza, casi en plan aragonés ante los franceses. Bruno el héroe, el que se plantó en el corazón del partido y arrebató todo al Atlético. «No les deis nada, arrebatádselo todo» parecía decir el capitán amarillo cual Leónidas ante los persas. El Villarreal minimizó al grupo de Simeone durante todo el partido. Y lo hizo con lo suyo, con ese juego que hicieron propio desde que se asomaron a la elite del fútbol español. Un juego de toque, de precisión y rapidez, un estilo que le lleva en veloz autopista hacia el buen fútbol. [Narración y estadísticas]

Lo cierto es que en el partido la sorpresa no fue el Villarreal, que ya se sabe que nunca renuncia a ser él mismo. La sorpresa, desagradable para los aficionados rojiblancos, fue el Atlético, que ni se asomó a su mejor versión. Quizás fue ese tempranero gol de Mario en propia meta lo que arruinó las expectativas del Atlético, que renunció a todo. Su segunda línea de cuatro se fue veinte metros más atrás y dejó huérfanos a Villa y Diego Costa , que pasaron una mala noche, desasistidos de todo.

Lo que realmente mantuvo al Atlético, no solo en la primera parte, sino durante todo el partido, fue su bloque, su compromiso y su solidaridad a la hora de defender a Courtois . Es algo que nunca le falta al Atlético, pero esta vez sí que echó en falta una mayor ambición porque apenas salió de su trinchera. Bien es cierto que entre Bruno y Pina les arrebataron la posesión del balón y el mando del medio campo pero es que, al contrario que en otras ocasiones, el Atlético apenas salió en busca de algo, al menos de intentar inquietar a Asenjo, que tuvo una noche muy plácida si quitamos ese contratiempo de Mario.

Desde ese momento, no se supo del Atlético en ataque, desaparecido Diego Costa, parece que tocado entre un golpe sufrido y la gripe que no había acabado de desaparecer. Villa y él lucharon sin tregua, si bien lo hicieron más para atrás que para adelante.

Vuelta de tuerca

Ese colectivo de equipo trabajado hizo que el Villarreal, a pesar de su dominio y su buen fútbol, se perdiese de tres cuartos de cancha para arriba, sin apenas tener ocasiones. Pero fue algo efímero. Cuando vio que el equipo del Cholo no salía en busca de algo y que solo quería guardar la viña, sacó los dientes y las dagas ocultas.

García Toral dio una vuelta de tuerca más al choque y metió en danza a Aquino y Perbet . De inmediato, el Atlético se vio encerrado, sin salida. Casi sin solución de continuidad empezaron a llegar las ocasiones, se vio sudar tinta china a Courtois e, indefectiblemente, llegó el tanto del empate en una buena internada de Perbet que remató Uche a la red. Luego, prisas, aprietos y el Atlético pidiendo la hora. Lo nunca visto.

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