Hazte premium Hazte premium

Giro de Italia

Cien años de la carrera más bella

La edición del centenario espera a Chris Froome y mostrará sus montañas más simbólicas

JOSÉ CARLOS CARABIAS

Símbolo de Italia, como la pasta, la mafia o la vespa, como la unificación de Garibaldi, los canales de Venecia o la Torre de Pisa , el Giro es un atributo más en la historia del país. La carrera más bella, pura e intensa por el calor de sus aficionados, ya que lo sienten como algo propio que genera cohesión y une al rico norte con el pobre sur. Son sus montañas imperiales en los Dolomitas y su maillot rosa en honor del periódico que lo fundó y lo sigue organizando, la Gazzetta dello Sport. El Giro cumple cien años la próxima primavera y ayer enseñó su contenido en Milán. Lo hizo honrando su memoria, a sus héroes ciclistas y a los extranjeros que, como Miguel Induráin, lo conquistaron alguna vez.

Será un recorrido sentimental y apasionado -como es Italia-, desde la isla de Cerdeña hasta Milán, que incluye dos contrarrelojes individuales (de 39 y 28 kilómetros) y algunas de las montañas más reconocibles para el aficionado. El tremendo Stelvio (2.758 metros) con sus curvas en ese por la ladera frontera con Suiza, el frondoso Mortirolo de rampas escalofriantes, el legendario Pordoi con el monolito de Coppi en su cima, o el Etna, donde el volcán siciliano. Esta sinfonía de colosos espera el concurso de Chris Froome, el mejor ciclista del mundo que se decanta en 2017 por el Giro.

En homenaje a las insignias italianas, el pelotón pasará por Ponte a Ema, donde nació Gino Bartali, el ciclista que salvó a 800 judíos escondiendo documentos en el cuadro de su bicicleta. Consagrará la memoria de Fausto Coppi en Tortona, el lugar donde murió el «campeonissimo» víctima de una malaria después de ganar el Giro antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Y reposará en Oropa, el santuario de los Dolomitas donde Marco Pantani consiguió una de sus victorias más emocionantes.

En realidad, el Giro perpetúa su sentido de aventura y ardor patriótico en términos parecidos a aquel 13 de mayo de 1908 que nació la carrera en la plaza de Loreto de Milán. Las calles eran de tierra, un mundo de agujeros y los propietarios protegían sus lindes lanzando clavos al paso de las bicicletas. Aquel ciclismo del pleistoceno coronó a un campesino, Luigi Ganna , que recorría cien kilómetros cada día para acudir todas las mañanas a la fábrica en Milán.

El Giro elevó a la categoría de héroes a sus colonizadores. El inoxidable Girardengo que murió a los 85 años en una época con fecha de caducidad más temprana; Alfredo Binda , apodado la Gioconda por su elegancia y sonrisa permanente; Coppi y Bartali, semidioses para los italianos y rivales en mil montañas; y los grandes ciclistas que llegaron de lejos, como Merckx, que ganó cinco veces el Giro; Anquetil (una), Hinault (tres) o Induráin, vencedor en 1992 y 1993, que ayer recibió los elogios en la presentación por su «generosa caballerosidad para ganar».

El Giro también es su drama. Es aquella etapa del Gavia en 1988, considerada sin discusión el día más duro en la historia del ciclismo. Una ascensión de ciclistas ateridos por la nieve y el frío a bajo cero y una procesión de cadáveres cuesta abajo, parados, confundidos con el público, sin visión. Fue condensada en las palabras de Andy Hampsten, el ciclista que recogió la maglia rosa aquella tarde. «Dejé de pedirle a Dios que me ayudara, ya me había ayudado bastante... mi mano se congeló y una enorme bola de nieve cayó sobre mi espalda... Solo tuve una marcha para bajar, las demás se habían congelado... Mis brazos estaban bloqueados... Miré hacia abajo, hacia mis piernas, y a través de una capa de hielo y de grasa pude ver que eran de color rojo brillante. Después de eso, no volví a mirar mis piernas».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación