Hazte premium Hazte premium

El centenario más rápido sobre una bicicleta

El francés Robert Marchand, de 105 años, intentará batir un nuevo récord de velocidad en bicicleta, recorriendo 24 kilómetros en una hora

Robert Marchand, en una competición en un velódromo de París AFP

JUAN PEDRO QUIÑONERO

A sus 105 años, Robert Marchand espera confirmar su título de ciclista centenario más rápido del mundo, esta tarde, en el velódromo nacional de Saint-Quentin-en-Yvelines (al oeste de París), corriendo 23 o 24 kilómetros, en bicicleta, en una hora.

Marchand ya batió su propio récord anterior, hace tres años, corriendo entonces 26,926 kilómetros en una hora . Se trata, hoy, de establecer el récord de velocidad para personas de su edad. No sin cierta ironía chistosa, el centenario más veloz del mundo en bicicleta ha declarado a la TV francesa: «Estaré contento si hago 23 o 24 kilómetros. Si llegase a los 30 dirían que me he dopado. Y de eso nada, monada» .

Antiguo bombero, donde comenzó a practicar la carrera a pie y en bicicleta, Marchand vive como un monje soldado en un pequeño apartamento de Mitry-Mory (un suburbio modesto, al norte de París), consagrado desde hace años a su locura íntima, el ciclismo: «Qué quieren que les diga… Viajé mucho en mi juventud por las Américas, Canadá, tuve una vida familiar feliz. Me gustaba mi profesión de bombero, que exige una buena forma física. Desde hace años, el deporte, la bicicleta, ocupan lo esencial de mi vida. No bebo, no fumo, hago mis estiramientos cada mañana. Como mucha verdura y mucha fruta. Y me entreno con los colegas. Los jóvenes tienen de 70 a 80 años». «¿Cuidados médicos?». «Pero qué dice… solo tomo una pastilla para la tensión, desde hace años. Dicen que estoy un poco sordo, y yo les dejo que lo piensen: la sordera puede ser muy útil cuando no quieres oír algo».

Uno de esos colegas, Jean Ridel (84 años), ha comenzado a entrenarse para intentar batir un récord de velocidad para ciclistas con más de 80 años, y habla de su amigo con mucho entusiasmo y admiración: «Robert es un marciano. A mi edad, ya es duro atacar las curvas del velódromo, guardar el equilibrio a cierta velocidad. Robert es casi veinte años más viejo que yo y me da lecciones de resistencia y velocidad».

Ejemplo de superación

Gérard Mistler, presidente de L’Ardéchoise, una prueba ciclista en la que Marchad ha participado desde hace años, tiene por su amigo un respeto inmenso: «Es un ejemplo para la humanidad. Podría contentarse con vivir tranquilamente su jubilación, desde hace décadas, pero no: se empeña en darnos un ejemplo admirable, cada día». Véronique Billat, universitaria y psicóloga, sigue a Marchand desde hace años, y tampoco oculta su admiración a la France Press: «Robert tiene un cuerpo pequeño, pero con una masa muscular muy irrigada, muy dinámica. Por encima de todo, su determinación íntima le da una fuerza excepcional. No se apoca nunca. No tiene miedo. Su fe mueve los pedales con una fuerza que no tienen jóvenes de setenta años».

Marchand se deja querer con alegre complicidad, haciéndose el sordo cuando algunos colegas le gritan: «¡Para ya…!» mientras entrena sin cesar, en casa, o en un velódromo, donde corre con una bicicleta de carbono, aerodinámica, por supuesto.

El ciclista centenario más rápido del mundo cumplió años el mes de noviembre pasado. Y celebró el día de san Silvestre con una carrera entre amigos, de todas las edades, de 20 a 85 años. Unos y otros aceptaron a Marchand como capitán, pedaleando a 26,9 km/h, su velocidad de crucero. Tras el récord de hoy, Marchand comienza a prepararse para «nuevos desafíos».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación