La NBA llora la muerte de Darryl Dawkins

Nacido en Orlando, Darryl Dawkins ya destacó desde temprana edad, y tras impresionar en el instituto, se convirtió con 18 años en el primer jugador de la historia en llegar directamente a la NBA sin pasar por la universidad , un hecho que luego han repetido grandes estrellas como Kobe Bryant o LeBron James antes de que la Liga estableciese en 2005 el mínimo de edad en 19 años. Entonces era 1975, y los Philadelphia 76ers habían seleccionado al pívot de 2,11m en el quinto puesto del Draft.

Ágil, explosivo y fuerte, podía correr toda la pista sin problemas. Se decía de él que sería el próximo Wilt Chamberlain , aunque nunca cumplió las expectativas. Dawkins siempre será recordado por su gran capacidad de salto que le ayudaba a destrozar los aros rivales, llegando incluso a romper dos tableros en 1979, obligando a la Liga a poner aros retráctiles para evitarlo.

En sus años como jugador de los Sixers, compartió vestuario con el legendario Julius Erving , con el que perdió las Finales de 1977 y 1979, siendo traspasado tres años más tarde a los New Jersey Nets. Dawkins era un jugador difícil de entrenar, hacía lo que quería para pasárselo bien en la cancha y su difícil personalidad hizo que en los años siguientes jugara en dos equipos más, Utah Jazz y Detroit Pistons.

Sin embargo, más allá del juego, Dawkins se convirtió en todo un showman de la época. Apodado ' Chocolate Thunder ' por una canción de Stevie Wonder, siempre estaba dispuesto a dar espectáculo a la prensa y a los aficionados. Ponía nombres a todos sus mates y sus trajes relucían por los pabellones de la NBA. Dawkins fue de los primeros en llevar pendientes o raparse la cabeza, marcando tendencia en la moda de los primeros años 80.

Terminó su carrera como profesional en Italia tras jugar cinco años en tres equipos diferentes. Su fama de jugador divertido y estrafalario le llevó a formar parte de los Harlem Globetrotters en 1995. Ya en la última década, Dawkins ha ejercido como embajador de la NBA. De hecho, visitó España en el partido que disputaron los Philadelphia 76ers frente al Bilbao Basket en 2013.

La NBA pierde así a una de sus caras más representativas y a un jugador, que pese a no ganar ningún anillo de campeón, será recordado por los más aficionados de la liga estadounidense.