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Euroliga | jornada 2

Llull salva al Real Madrid en el último suspiro

Una canasta milagrosa del base en casa del Unics Kazan evita la primera derrota de la temporada de los blancos (75-76)

Llull salva al Real Madrid en el último suspiro afp

E. v. Escudero

El Real Madrid fabricó otro milagro en Kazan. Otro partido que tenía perdido y acabó ganando gracias al talento y la lucha hasta el final. A la fe. Un triunfo más que no entierra las dudas de este Real Madrid irregular y aún en construcción de principios de temporada, pero que allana el camino de los blancos hacia el Top 16 de la Euroliga.

A un minuto y medio del final, el marcador reflejaba una ventaja de cinco puntos para el Unics Kazan. La brecha, mínima en otro momento del partido, se hacía muy cuesta arriba en ese tramo final, en el que Langford se había erigido en gigante desde el perímetro, con nueve puntos casi consecutivos que habían puesto contra las cuerdas al Madrid. [ Estadísticas del Unics Kazan-Real Madrid ]

Si hace unos días, ante el Joventut , había sido KC Rivers el que había levantado un resultado adverso para el equipo de Laso, ayer el turno de gloria se lo repartieron entre Ayón, Nocioni y Llull. El mexicano anotó ocho puntos seguidos para evitar que los rusos se fueran en el marcador. Mantuvo la distancia y bregó bajo los aros en un final de partido de infarto, en el que cada balón era oro.

Laso exigió intensidad en defensa. Fijó a Rudy sobre Langford y confió en que la racha exterior de los rusos se acabara. El plan salió bien... a medias, porque aunque Nocioni ponía al equipo por delante tras un triple (72-73), los fallos en el tiro libre de Maciulis y Llull dejaban una última oportunidad al Unics Kazan.

Movió la pelota el equipo de Pedoulakis buscando a su estrella. Un Langford que en lugar de lanzar prefirió buscar a un compañero mejor colocado en la figura de James White. Solo en la esquina, el americano no falló con un triple que hacía estéril la remontada blanca (75-74).

Restaban siete segundos y un tiempo muerto, así que el Real Madrid pudo pensar la jugada y sacar desde el campo contrario. No había mucho que preparar, porque Laso lo tenía claro. Su hombre en finales apretados es Sergio Llull. Lo fue en Málaga el año pasado en la Copa del Rey y lo fue también en Kazan, donde el base agarró la pelota y se fue directo al aro. Amagó, ganó espacio y lanzó desde seis metros. El balón voló y entró limpio, silenciando de golpe la algarabía del pabellón y sellando la segunda victoria del Real Madrid en la Euroliga.

Un triunfo que no enmascara los problemas de funcionamiento que aún tiene el equipo. Es cuestión de tiempo, pero mientras se ajustan las piezas, el equipo sigue ganando a pesar de jugar con fuego.

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