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Los Lakers logran un triunfo para volver a soñar
Los Lakers llevaban mucho tiempo esperando el punto de inflexión. Ese partido que sirviera para cambiar la mentalidad del equipo. Que ayudara a poner el chip ganador en una plantilla construida para ganar el anillo, pero que actualmente se conforma con luchar por entrar en los playoffs. Ante los Thunder, uno de los favoritos para ser campeón en el Oeste, los Lakers querían que llegara ese momento. Era la ocasión perfecta. El momento para dar un golpe en la mesa y dejar claro a la NBA que, a pesar de su irregularidad y mal inicio de campaña, son capaces de ganar a cualquiera, como desmostraron ante los Thunder. Y no dejaron pasar la oportunidad.
El equipo recordó al de hace tres años, competitivo como entonces ante un equipo que no se dio nunca por vencido. La defensa volvió a recuperar la intensidad perdida tras el anillo de 2010. Kobe sacó a relucir esa solidaridad que tanto ansían sus compañeros y todos arrimaron el hombro para lograr un triunfo de campanillas.
Volvió a salir Pau Gasol desde el banquillo. Condenado a un rol que no le gusta, aunque siendo clave en los instantes finales, donde se demuestran los galones. Hasta ahí llegó el partido igualado porque Durant lo quiso así. Porque sostuvo a los Thunder en el partido más errático de los últimos días, mientras su socio Westbrook exhibía su irregular lanzamiento.
El espectacular trompazo que se dio Ibaka en el primer cuarto, mermó lo que estaba siendo un buen partido por su parte. Llevaba cuatro tapones hasta entonces y ahí se quedó su cuenta. Renqueante el resto del encuentro, los Thunder lo sufrieron con una defensa laxa en la zona, por donde Pau y Howard se sintieron más cómodos que de costumbre. El español, saliendo del banquillo, sumó 16 puntos y 4 rebotes, cuatro de ellos en el último cuarto.
En esos minutos finales, con el choque empatado a 75-75, surgió la figura de los secundarios. Jodie Meeks, crucificado por D’Antoni tras su llegada, anotó cinco puntos consecutivos que empezaron a decantar el choque del lado angelino. Aunque Durante (35 puntos al final del duelo), remó para devolver la ventaja a los Thunder (86-87, min. 42), la determinación de los Lakers ayer era especial. Demasiado fuerte.
Nash, Clark, Metta World Peace… todos arrimaron el hombro. Todos aportaron su granito de arena, aunque fue Bryant, el mejor del partido a un solo rebote del triple doble (21 puntos, 14 asistencias y 9 rebotes), el que sentenció a los Thunder y mandó un mensaje al resto de la NBA.
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