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Golf

Olazábal: «Por fin me puedo sentir jugador de nuevo»

Olvidada ya la artritis reumatoide, el vasco hace una breve incursión en el Circuito Europeo antes de regresar a Estados Unidos con los veteranos

José María Olazábal ya ha superado sus problemas físicos y mira el futuro con optimismo EFE

MIGUEL ÁNGEL BARBERO

El BMW International Open es una prueba muy querida para los golfistas españoles. Además de haber visto triunfar a Pablo Larrazábal y Miguel Ángel Jiménez, han brillado subcampeones como Seve Ballesteros, Sergio García o Rafa Cabrera. Este año, además, ha sorprendido la presencia en Alemania de José María Olazábal, que llevaba desde el mes de febrero sin dar señales de vida en el Circuito Europeo.

¿Por qué ha decidido regresar al Tour precisamente aquí?

Éste es un torneo que me gusta y me venía muy bien por calendario. Con la nueva normativa hay que jugar un mínimo de cinco pruebas para conservar los derechos de cara al año que viene; ya llevaba dos a principio de año (Qatar y Dubái) y ahora disputaré de forma consecutiva Alemania, Francia e Irlanda.

¿Esto significa que vuelve a estar sano y con ganas de competir?

Sí, hasta este momento había seguido teniendo pequeñas molestias, pero ahora llevo como dos o tres semanas muy contento en ese sentido, porque ya no tengo ningún dolor habitual.

Hace ocho meses, cuando regresó a los campos después de su enfermedad (artritis reumatoide), comentó que lo de menos eran los resultados, que lo que buscaba era sentirse jugador de nuevo. ¿Lo ha conseguido ya?

Por supuesto, estoy de nuevo en la dinámica de los torneos, los compañeros, la tensión. La parte de la salud ya está arreglada, ahora... la del juego no hay por dónde cogerla (sonríe).

Esta semana no ha pasado el corte, pero jugar vueltas competitivas siempre es bueno para solucionar detalles. ¿Qué debe mejorar para volver a estar arriba?

Tengo que revisar un poco de todo. Quitando el juego corto, el «approach» y el «putt» están bien y en orden, el resto hay que mejorarlo. Estoy teniendo algunos problemas de salida, he estado bastante fallón y en eso es en lo que hay que ponerse manos a la obra.

Estos meses de «desconexión» europea los ha pasado parcialmente en Estados Unidos, donde está jugando el Champions Tour junto a Miguel Ángel Jiménez. Ha jugado siete torneos con un octavo puesto en Big Cedar como mejor resultado. ¿Cómo se encuentra entre los veteranos?

Bien, es un circuito muy bueno, aunque allí nadie regala nada y todo depende de cómo esté tu juego al final del día: si estás jugando más o menos bien, vas a ser competitivo y vas a estar en la lucha. En ese sentido es verdad que ha habido vueltas buenas estas semanas, pero con el «driver» estoy muy fallón, y eso allí penaliza mucho. En el Champions se hacen muchos «birdies» y para conseguirlos tienes que atacar las banderas desde la calle. Ahí es donde más lo noto.

En esa alternancia entre los seniors y los jóvenes, ¿qué nota al verse de nuevo como un miembro más de la «Armada Española»?

Bueno, realmente como el abuelo de todos ellos (bromea). El ambiente es muy bueno entre los chicos, pero es totalmente diferente al que yo encontré cuando empezaba. Cuando yo llegué al circuito europeo esto era una aventura, mientras que con los conocimientos sobre los instrumentos que hay hoy en día para grabar el swing y analizar todos los detalles, ahora todo es mucho más profesional.

El triunfo de Sergio García en Augusta y la irrupción de Jon Rahm en el panorama mundial garantizan la continuidad del protagonismo del golf español. ¿Hay Armada para rato?

No cabe duda de que tenemos dos bazas espectaculares, la principal en la persona de Sergio. Es impresionante lo que ha conseguido en el Masters y sobre todo lo consistente que está siendo en toda su carrera, lo que es digno de admiración. La siguiente imagen indiscutible es Jon Rahm, jugador con un potencial extraordinario, tanto en el juego corto como largo su calidad es indiscutible. Tiene que pulir el tema de la impulsividad y su carácter, pero eso vendrá con los años y se tranquilizara. A veces le pierde en el campo su temperamento y eso es algo que tendrá que aprender a controlar y manejar. En cuanto a los demás, es cierto que tenemos jugadores que lo siguen haciendo bien, como Rafa Cabrera, cuyo juego ha mejorado mucho y está más consistente desde el TPC, pero áun les cuesta ganar.

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