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RUGBY

Francia despierta a tiempo en el Seis Naciones

Italia aguantó el tipo hasta mediado el segundo tiempo, pero los galos no permitieron sorpresas (34-17)

El talento de los franceses, como Remy Grosso, se impuso a las ganas de los italianos Efe

MIGUEL ÁNGEL BARBERO

Al margen de las superpotencias, que se mueven con comodidad en todas las fases de los partidos, hay equipos a los que les van mejor los principios y otros que disfrutan más de los finales. El caso de Italia es claramente el de los que descorchan el champán al comenzar y aprietan el acelerador mientras les duran las burbujas. Corren como los que más y se esfuerzan al máximo en defensa, pero las fuerzas no les llegan más allá del descanso.

En el duelo que les medía a Francia para evitar la cuchara de madera del Seis Naciones , los transalpinos salieron a tope, como siempre. Estaban cerca de casa, pues jugaban en Marsella , y a los nueve minutos tomaron la delantera en el marcador (7-9) merced a un ensayo de castigo. Se aprovechaban del desconcierto de los locales, que estaban muy tocados por los últimos escándalos disciplinarios que habían impedido jugar a ocho de sus hombres y que aparecían desdibujados por el campo.

El XV del Gallo realizaba ataques alocados pero no era capaz de rematar y solo fue capaz de sumar puntos con las patadas de Machenaud que, aunque sin brillantez, le permitió llegar al descanso con ventaja (11-7) , una renta que permaneció en el electrónico hasta el minuto 59 (14-10) .

En ese punto se produjo el punto de inflexión de la noche, ya que un ensayo de Bonneval dio paso a la mejor fase francesa. Con gran velocidad en sus acciones, «les bleus» se fueron desprendiendo del dominio de unos italianos que, cada vez más mermados físicamente, solo podían frenarles con faltas disciplinarias. Y ya con el balón parado y la noche a su favor, la pierna de Machenaud no tuvo piedad.

Los golpes de castigo del pateador y un ensayo transformado de Basteneaud llevaron el marcador hasta el (34-10) que alcanzó a seis minutos del final. En esos momentos, un último arranque de furia de los azzurri les sirvió para endulzar la derrota (34-17) aunque no para evitarles el último lugar del campeonato.

Francia, por su parte, se reencontró a medias con su afición. Disfrutó de un triunfo ante el rival más débil, pero mostró muchas lagunas y no parece que vayan a poder superar los escollos que les quedan de Inglaterra y Gales . Será otro año en el purgatorio para los dos cuadros latinos del torneo.

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