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«Duendes» en el maratón de Nueva York

Un grupo de enfermos crónicos se reúne en Nueva York para mostrar los beneficios del deporte en la carrera más famosa

Varios de los integrantes del proyecto «Duendes de Nueva York» antes de viajar a Estados Unidos: Mago More, Manolo Ibáñez (entrenador), Ramón Arroyo, Miguél Ángel Martín Perdiguero (entrenador), Águeda, Martha, Sagrario, Lucía González Cortijo, Mariela, Elena y Olga (de arriba a abajo y de izquierda a derecha). ÓSCAR DEL POZO

Esta aventura, como en la mayoría de las ocasiones, nació de un momento de locura transitoria. En esta ocasión fue el atrevimiento de Ramón Arroyo y el «acto de inconsciencia» del Mago More los que pusieron el germen a «Duendes de Nueva York», un proyecto que ha llevado a un grupo de personas con diferentes dolencias a disputar este fin de semana el maratón más famoso del mundo con el objetivo de lanzar un mensaje de esperanza a través de la actividad física. La herramienta que, según ellos, es más eficaz para hacer llevadera la convivencia con una enfermedad crónica.

«Recuerdo que estábamos dando una charla sobre esclerosis y en una de esas More me preguntó cuál era mi próximo reto. Le dije que quería correr el Maratón de Nueva York y, casi de broma, que si se apuntaba. Y él me dijo que sí. Ahí se puso el germen de este proyecto al que luego se unieron las chicas de "Corre en Rosa" y Adrián Ortiz entre otros. Todos sufrimos alguna enfermedad crónica y queremos demostrar que se pueden hacer muchas cosas a pesar de ello», explica Arroyo a ABC horas antes de partir hacia Nueva York.

A Ramón Arroyo le diagnosticaron esclerosis múltiple cuando tenía 32 años. Pensó que se acababa el mundo para él y durante tres años se mantuvo presode la enfermedad. Él lo llama «el camino por el desierto». Una senda que abandonó cuando abrazó al deporte como vía de escape. «Este proyecto me ha servido para darme cuenta de que hay más personas que, como yo, gracias al deporte convive mejor con una enfermedad crónica. Ya no soy un quijote que se pelea solo contra los molinos», señala. A pesar de su enfermedad, Arroyo ha acabado un Ironman con éxito entre otros muchos retos y ha demostrado que «rendirse no es una opción», un lema del que hace gala siempre que puede y que tratará de sacar a relucir en Nueva York.

Allí se reencontrará con el Mago More , el «inconsciente»que dijo sí a esta aventura a pesar de sufrir artritis psoriásica y no haber hecho deporte desde los 18 años. «Yo lo llamo cariñosamente el maratón de los lisiados. Somos la pandilla del pánico, pero lo pasamos muy bien preparando este reto con el que queremos mostrar lo importante que es la actividad física para los enfermos crónicos», señala el artista a ABC.

Correr como medicina

A ellos dos se unió Águeda, que es la que dio forma al proyecto e involucró a «Corre en Rosa», un grupo de enfermas de cáncer de mama al frente de las cuales están Ramiro Matamoros –atleta popular– y Lucía González Cortijo , oncóloga convencida de los beneficios del deporte para convivir con el cáncer. «El deporte mejora el estado general. Se reduce el cansancio, se es más positivo y ayuda a no recaer. Yo lo prescribo dentro de la pauta junto al resto de recomendaciones médicas», apunta la doctora, que, como el resto de sus pacientes participará en la carrera neoyorquina.

«Desde la fundación "La Vida en Rosa" –a la que está vinculada– tratamos de hacer ver a los pacientes de que, a pesar de su enfermedad, se pueden y se deben hacer cosas. Una dolencia, sea cual sea, no debe limitarte. Dentro de las posibilidades de cada uno, se debe hacer ejercicio. Imagine que pudiera meter en una pastilla todos los beneficios del deporte –pérdida de peso, mejor descanso, buen humor o aumento de endorfinas–, ¿no cree que se vendería muy bien? Pues esa pastilla está al alcance de todos», explica González Cortijo.

Al grupo se unirá en Nueva York Adrián Ortiz , un joven con una diabetes complicada, que es el último eslabón de este proyecto apadrinado por el cocinero Paco Roncero e Irene Villa. «Estos "duendes" nos sirven a todos de inspiración, porque contagian su alegría y superación y nos muestran el camino para ser más felices a pesar de las dificultades», señala Villa, feliz por ser la madrina de este proyecto que irá dedicado a Martín Giacchetta, el coordinador deportivo del proyecto, que, días antes de la carrera, sufrió un percance que le ha llevado al hospital.

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