China construye la primera pista de atletismo rectangular

Según informan los medios chinos, tan monumental error se debe a las prisas. Ante la repentina visita de unos cargos del Partido Comunista, los empleados del estadio pintaron a la carrera las líneas que separan las calles de la pista, que estaban desgastadas por su uso. Como ya se sabe que las prisas son malas consejeras, trazaron de forma incomprensible ángulos rectos en sus curvas. «La pista fue pintada deprisa por la visita de unos dirigentes provinciales. Ya sabemos que está mal, ¿pero quién puede cambiarla ahora si a nuestros jefes no les importa?», intentó disculparse un trabajador del estadio en el programa de la televisión local 'Noticias nocturnas', según informa el diario 'The Telegraph'.

Para colmo en este desaguisado, un corredor probó ante las cámaras la pista y constató que, al llegar a la curva, se veía obligado a frenarse en lugar de acelerar para no salirse de la calle y caerse, justo de lo contario que lo que debería ocurrir.

A la vista de las imágenes, la mofa ha sido generalizada en las redes sociales chinas, cuyos internautas no dan crédito a semejante chapuza. «¿Tiene el diseñador de la pista el cerebro también cuadrado?», se pregunta un usuario de Weibo, la copia china del censurado Twitter. Otros bromean con «el desarrollo de la nueva pista de ángulos rectos» y, a modo de chanza, auguran grandes éxitos para los atletas chinos en dicha superficie, que por fin ha logrado la tan ansiada cuadratura del círculo.

Aunque no tan extremas, pifias así son habituales en China, donde las autoridades locales son con frecuencia auténticos caciques sin formación que manejan a sus anchas pueblos, distritos y ciudades. En octubre del año pasado, una chapuza similar a la del Eccehomo de Borja sacudió a China . Al igual que ocurriera en el ya famoso pueblo zaragozano, donde la pintora aficionada Cecilia Giménez emborronó un fresco antiguo en la iglesia del Santuario de la Misericordia, una fallida restauración artística borró un mural con varios siglos de antigüedad en el templo de Yunji, en la provincia de Liaoning. Allí, dos funcionarios locales fueron cesados por pintar sobre dicho mural budista, que databa de la dinastía Qing (1644-1911), varias figuras taoístas con unos colores tan chillones que parecían dibujos animados. Como en el caso de la pista de curvas rectas, el cachondeo en internet fue morrocotudo.