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Tour de Francia

El Tour vuelve a Londres sin su ciclista más querido

Bradley Wiggins, ganador de la carrera en 2012 y ausente este año, creció en las mismas calles londinenses en las que ganó el oro olímpico hace dos años

El Tour vuelve a Londres sin su ciclista más querido efe

d. vilares

Hubo un tiempo en que Bradley Wiggins era un exitoso «pistard» que en la carretera parecía un bicho raro. Por entonces, en el año 2007, el Tour salió desde Londres y el gran sueño de «Wiggo» era ganar el prólogo y vestirse de amarillo. Fue cuarto, lejos de un estratosférico Cancellara. En todo aquel Tour solo salió del anonimato cuando en la séptima etapa emprendió una fuga imposible en solitario que terminó muerta a pocos kilómetros de la meta.

Cinco años después, en el verano de su vida, Wiggins remató su victoria en el Tour de Francia con el oro olímpico en las calles de Londres, la ciudad en cuyas afueras creció. Ahora, cuando el Tour vuelve a su casa , Wiggins se encuentra de nuevo en el ángulo muerto de los focos: el ganador en 2012 fue descartado por el equipo Sky por las dudas de que fuera a servir de ayuda para Chris Froome, lider indiscutible del cuadro británico.

Sky decidió prescindir de «Wiggo» para el Tour por desavenencias con FroomeEn busca de nuevos retos, Wiggins disputó este año la París-Roubaix, cuyos tramos de pavé visitará el Tour el miércoles. Fue noveno, pero ni así consiguió convencer a su equipo para ir a la ronda francesa. Dave Brailsford, director del Sky, dijo que la decisión fue «muy, muy dura». «Bradley ha sido un gran campeón», añadió, evitando el presente al conjugar el verbo. Se corrigió acto seguido: «Es un gran campeón. Pero mi trabajo es elegir un equipo para ganar».

Para echar sal a la herida, la etapa de hoy pasará por Stratford, el lugar del estadio olímpico de los Juegos de 2012. Esta vez, aunque hubiera estado en carrera, Wiggins no habría tenido opciones de ganar la etapa, que sí parecía perfecta para que Mark Cavendish ganase una victoria entre las masas de aficionados británicos. Pero el sprinter tampoco estará, víctima de su afán temerario por batir a Kittel en la primera etapa y de un hombro dislocado.

Y aun así, sin dos de sus héroes, el público no faltará en las calles de Londres, en una más que exitosa recepción británica al ciclismo. Con Vincenzo Nibali estrenando el maillot amarillo, será la última etapa del Tour en el Reino Unido en esta temporada, un matrimonio que parece destinado a perdurar en el tiempo.

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