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mundial de balonmano 2013

Derrota con sabor agridulce

Un bajón de intensidad en denfensa en los últimos isntantes concede a Croacia la victoria sobre España (25-27)

Derrota con sabor agridulce EFE

laura marta

Ganar o perder. Un posible cruce con Francia en cuartos o con Serbia en octavos. Salir a por todas o conservar fuerzas para lo que todavía queda. La Caja Mágica, volcada totalmente con la selección de balonmano, no quería otra cosa que no fuera la victoria. España salió para agradar a la grada. Aguinagalde perforó la red croata por primera vez y la defensa mixta hizo un especial marcaje a los 2'10 de Kopljar. Sin embargo, a cada gol español, con un Entrerríos que se elevaba por encima de los brazos croatas, reaccionaba Croacia por mediación del rapidísimo Cupic. El partido se desarrolló como se esperaba, con mucho contacto físico y con las defensas evitando los huecos.

Se perdieron muchos balones en ataque, imposible penetrar porque Croacia no dejó respirar a los laterales. Y Alilovic tuvo uno de sus mejores días. A la mitad del primer tiempo, los de Goluza pusieron distancia de dos goles en el marcador que resultó difícil de remontar. Croacia, con unas contras rapidísimas, hizo mucho daño. La salida de Rocas y Ruesga dieron frescura al ataque, pero Croacia volvió a irse de dos a diez minutos para el descanso, y que no se recuperó (13-15).

Continuó la dinámica en los primeros compases de la segunda mitad, pero Ariño, fresco y con ganas, le dio un nuevo aire y con la experiencia de Entrerríos, el partido se inclinó a favor de España. Cansado el equipo croata, sus ataques comenzaron a hacer menos daño, más asentada la defensa española que pudo por fin evitar las contras de Cupic y trabajar en conjunción con Sterbik. Mediada la segunda parte, el marcador reflejaba tres goles de diferencia a favor de los de Valero Rivera. Fueron los mejores minutos en defensa, los más alegres en ataque, los más centrados poniendo freno a los croatas. Fueron los peores momentos para Croacia, bloqueada por Morros, Maqueda y Cañellas -recuperado de sus problemas estomacales-, aunque con un Kopljar siempre peligroso.

El encuentro se tranquilizó a diez minutos para el final. Las piernas, cansadas, negaban de ideas el ataque español. Dos incursiones no transformadas posibilitaron la vuelta al partido de Croacia, que volvió a tirar de Alilovic para iniciar el ataque desde la portería. Los recursos croatas, ilimitados, lograron un gol de ventaja a pocos segundos para el final. Los nervios traicionaron a Aguinagalde y la última jugada de ataque español se convirtió en la última contra croata. Gol y sentencia. 25-27. España termina la fase de grupos, como segunda y se verá con Serbia en octavos. Y en cuartos, un posible cruce con Alemania. Pero eso será el lunes a las 21.30 y el miércoles, en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Donde ya no se puede fallar.

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