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Paco Camino se negó a matar un toro y acabó 24 horas en una comisaría de Lima

Hace medio siglo, el torero sevillano pasó un surrealista día en el calabozo entre cantes, guitarra y fútbol

Paco Camino ABC

Á. G. ABAD

Sucedió hace medio siglo, en la feria taurina de la capital peruana. Una jornada marcada entre lo surrealista y lo estrambótico . Bronca en la plaza, torero detenido, juerga flamenca en comisaría y partido de fútbol matinal entre diestros y personal de servicio.

En la tercera corrida del ciclo del Señor de los Milagros de Lima , celebrada a comienzos del mes de noviembre de 1967, Paco Camino se negó a matar un toro de la ganadería peruana de La Viña. Y ahí comenzó todo. Compartía cartel aquel día con Curro Girón y El Viti. El quinto toro fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un impresentable animal que también se fue a los corrales por el enfado del público.

Según el relato de la revista El Ruedo , el sobrero bis lucía imponente trapío y Camino no se confió. Dos trapazos y a matar entre una bronca cada vez más sonora. Dos pinchazos. La arena se llena de almohadillas y todo tipo de objetos lanzados desde los tendidos, y el torero decide retirarse a las tablas, negándose a matar al toro. En ese momento fue detenido y conducido a la enfermería, de allí a una comisaría de Policía. «El toro estaba toreado» , fue la defensa del diestro.

Desde la embajada española se medió para que Paco Camino pudiera volver al hotel, dejando el incidente en una sanción, pero el comisario fue tajante: «24 horas de arresto obligatorias , es lo que dice el Reglamento». No había nada más que hablar.

Con El Cordobés y Aparicio

A la comisaría llegó Manuel Benítez «El Cordobés» para apoyar al compañero, y lo hizo con víveres, con ropa de abrigo y hasta con una guitarra. Cuenta la crónica que ya no se separó de su compatriota. Como Julio Aparicio , que tampoco quiso dejarlos solos. La noche se debió de ir calentando. Cante, palmas y taconeo, hasta la hora de dormir.

Y por la mañana, tras el desayuno, qué mejor que estirar las piernas jugando a fútbol. Un partido entre diestros y personal de la comisaría , en el que el torero de Camas sorprendió por su dominio del balón. El momento quedó reflejado en la portada de ABC de Sevilla del 4 de noviembre de ahora hace medio siglo.

Llegaron las cinco de la tarde y con las 24 horas de arresto cumplidas, Paco Camino, acompañado de sus inseparables Benítez y Aparicio, abandonó la comisaría, no sin antes pagar la multa d e diez mil soles y agradecer el trato recibido.

Y mientras en la prensa peruana se abrió la polémica sobre si el torero había recibido un trato de favor, o si sus amigos habían dormido o no junto a él en las dependencias policiales, y hasta si el alcohol corrió más de la cuenta, Camino volvió a los días a la plaza limeña y consiguió un triunfo resonante . Las paces con la afición.

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