Enrique Ponce se inventa un toro en Castellón
El valenciano sale a hombros con Roca Rey después de cortar tres orejas cada uno
Crónica
Final feliz de la Magdalena: se llena la Plaza, Enrique Ponce dicta una lección magistral, una más, y sale a hombros con Roca Rey; Manzanares se queda en un trofeo. Los toros de Juan Pedro Domecq no crean más problemas que su flojedad. Se guarda un minuto de silencio por el niño Gabriel.
Esta semana cumplirá Enrique Ponce 28 años de alternativa y sigue en la cumbre: un caso único, de afición y de capacidad. Brinda el primero a Mario Vargas Llosa y la impecable faena es digna de un Premio Nobel. A pesar del vendaval y de la flojera del toro, no cabe torear con más naturalidad, gusto, limpieza y ritmo: la difícil facilidad, privilegio de los mejores . Media estocada: una oreja. El cuarto es flojo de salida y soso, se apaga, protesta. Ponce se inventa el toro y se inventa una faena en la que nadie creía: en una lidia perfecta, con gran cabeza, le va sacando la poca casta que el toro tiene. Al final, muestra su dominio absoluto con cambios de mano, circulares, poncinas y hasta un toreo de rodillas que no forma parte de su repertorio. Consigue enloquecer al público. Mata de una buena estocada, el presidente saca de golpe los dos pañuelos y la gente pide con fuerza el rabo. En el escalafón actual, ningún torero es capaz de hacer eso.
Segunda actuación en la Feria de Manzanares ; en la primera, triunfó sólo a medias. En el segundo, que se cae varias veces y acaba rajándose, apunta detalles estéticos, sin más, y se le va la mano, con la espada, entrando de muy lejos. El toro ha sido malo pero parece que el diestro todavía no ha logrado su plena forma, después de la grave lesión. Mejora en el quinto, también flojo, que brinda a Ponce, después de su gran faena (un hermoso gesto). Mece el capote, logra muletazos con empaque y estética mediterránea. También queda baja la espada: oreja.
Ambición y entrega
Andrés Roca Rey cumplirá en octubre 22 años y está ya en la primera fila. Esta temporada, debe consolidar sus éxitos, matar con más regularidad y desechar tremendismos (aunque, con ellos, impresione al gran público). Le tocan los dos toros con más movilidad. Recibe al tercero con largas de rodillas, luce su ambición y entrega. Lo malo es que le aplauden más lo más fácil, los circulares invertidos: oreja. Deja crudo al sexto, el más encastado. En banderillas, saluda Juan José Domínguez y hasta suena la música. Comienza con los pies en la montera (una suerte frecuente, hace años), alterna los muletazos clásicos con pases cambiados, que provocan la emoción de una «mascletá». Sabe jugar sus cartas y recurre a los efectismos, que la masa corea. Gran estocada: dos orejas. ¿Cómo censurar que busque el éxito por todos los medios?
Esta mañana he leído, en una reseña periodística del acto de presentación de los carteles de San Isidro, con la presencia de Don Juan Carlos, que todos los hombres llevaban calcetines, algo caduco, pasado de moda: «La estética del macho alfa no desaparece ni se evapora, porque exige unos niveles lamentables de testosterona». Lo lamentables son estos tópicos. Todo vale, para atacar la Fiesta. Ponce, Manzanares y Roca Rey saben vestir con elegancia, no son más «antiguos» por usar calcetines ni por respetar las normas clásicas de un arte tan difícil y tan hermoso como la Tauromaquia. Con sus medias de toreros, salen en hombros Ponce y Roca Rey.
Sexto toro
Hallado es el bautismo del último toro de La Magdalena. Pesa 523 kilos y es colorado. Lo deja crudo y se mueve más. Roca Rey comienza su faena con mucha quietud e intercala momentos clásicos con otros más efectistas. Mata de una gran estocada. Dos orejas.
Quinto toro
Sale el quinto, Niñato, negro mulato, de 509 kilos, número 55. Otro toro flojo, aunque pelea en varas. Manzanares brinda a Ponce y con mucha estética y lentitud hace una bella faena. Estocada caída. Oreja.
Cuarto toro
Sale el cuarto, Pirata, negro mulato, herrado con el número 124, de 503 kilos. El toro es una birria, no vale nada, pero Ponce se inventa una gran faena, que acaba de rodillas. Estocada. Dos orejas con petición de rabo.
Tercer toro
Ya está en la arena el tercero, Jopilargo, negro mulato, número 69, de 499 kilos. Es el mejor toro, se mueve más que los hermanos. Roca Rey brinda al público y alterna momentos clásicos y buenos naturales con recursos por la espalda y circulares invertidos, que son ovacionados. Media y descabello. Oreja.
Segundo toro
Sale el segundo, Señor de nombre, castaño claro, de 491 kilos. Otro animal muy flojo, que se raja. Manzanares da unas verónicas bonitas y algún muletazo con empaque. Mata mal. Dos pinchazos y se echa. Silencio.
Primer toro
Sale el primero, Piñata, de 501 kilos, un toro muy bonito, justo de fuerzas y noble. Enrique Ponce brinda a Vargas Llosa y hace una faena excelente. No se puede torear mejor. La perfección, aunque con poco toro. Media estocada. Oreja.
Paseíllo
Con lleno, hacen el paseíllo Ponce, de marfil y oro; Manzanares, de grana y oro, y Roca Rey, de gris plomo y plata. Se guardó un minuto de silencio por el pequeño Gabriel.
Sorteo
Esta mañana se sortearon los toros de Juan Pedro que se van a lidiar a partir de las cinco de la tarde. Sus pesos oscilan entre los 491 y los 523 kilos.
Cartel
¡Buenas tardes! Bienvenidos a la última corrida de La Magdalena. Cartel estrella para cerrar la Feria: toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, José María Manzanares y Andrés Roca Rey.
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