El apoyo del Gobierno a la Fiesta frente a la abstención socialista y los populismos radicales

El premio nacional de Tauromaquia , que concede anualmente el Ministerio de Cultura, ha recaído, este año 2015, en la Escuela Taurina «Marcial Lalanda» de Madrid. Este galardón, dotado –como otros premios nacionales– con 30.000 euros , reconoce «la labor meritoria de una persona, entidad o institución, durante la temporada española de 2015, en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia».

Es fácil advertir que este premio, además de justo, es oportunísimo: se concede a la Escuela Taurina de Madrid precisamente en el año en el que la actitud del Ayuntamiento de la capital, que amenaza con retirarle su subvención e impedirle –con el falso pretexto del «maltrato animal»– seguir utilizando sus instalaciones, ha puesto en grave riesgo su subsistencia.

El jurado, compuesto por representantes de las asociaciones profesionales y del mundo cultural taurino, ha justificado esta distinción porque la escuela madrileña «es la más antigua de la época contemporánea » (ya hubo escuelas desde el nacimiento de la moderna Fiesta de los toros, a fines del siglo XVIII); también, «por su propuesta de enseñanza profesional , que ha ido avanzando en sus criterios pedagógicos, año tras año, y por el esfuerzo y dedicación de sus profesores, alumnas y alumnos, entre los que han sobresalido importantes figuras del toreo». De ella han salido, entre otros muchos, El Yiyo, El Juli, Joselito, El Bote y El Fundi (estos tres últimos, sus actuales directores).

Esta escuela se creó en 1976 y se rige por un convenio, de 1981, entre la Diputación (cuyo presidente era el socialista Rodríguez Colorado) y el Ayuntamiento (cuyo alcalde era el socialista Tierno Galván , y teniente de alcalde, el comunista Ramón Tamames) : queda claro que no está vinculada a ninguna ideología , exactamente igual que la Tauromaquia. Lamentablemente, algunos populistas de izquierdas no se han enterado de eso.

Aunque a algunos les pueda extrañar, no es nada raro que existan estas escuelas, para los que desean ser toreros. Los fundamentos técnicos de la Tauromaquia –como los de cualquier manifestación artística– sí pueden y deben enseñarse; así, los jóvenes se libran de muchas penalidades y cornadas. Además de eso, reciben una formación cultural y humana de indudable valor : muy pocos alumnos llegarán a ser figuras pero todos ellos aprenden a conocer mejor la Fiesta y a ser mejores personas.

En el docudrama «Tú solo» , de Teo Escamilla, puede verse cómo estos jóvenes, por su origen social, podrían haberse ganado la vida en otras profesiones: no les mueve el hambre sino el haber sentido la llamada del arte taurino.

El PP ha apostado una vez más por la Tauromaquia , frente a la habitual abstención socialista y a la enemistad de los populismos radicales. El Gobierno de Rajoy ha hecho exactamente lo contrario que el Ayuntamiento de Carmena (que gobierna gracias al apoyo del PSOE). Los aficionados y profesionales taurinos, de todos los colores políticos, aplaudimos unánimemente este gesto.