El toreo triunfa en La Coruña

De las figuras que debían apoyar la Fiesta en Galicia contra el acoso antitaurino y de los partidos nacionalistas –para que no pase lo que en Cataluña–, tan solo Iván Fandiño dio un paso al frente . Tuvo la visión de entender que su presencia era necesaria en este momento tan delicado para la Tauromaquia en la tierra de sus orígenes, pues de La Coruña son sus padres.

Como siempre, la figura de Orduña no volvió la cara y se entregó con el mejor toreo ante un serio lote de García Jiménez, que sustituyó a la anunciada divisa de Julio de la Puerta. La faena al flojo tercero, que brindó a Entero, estuvo presidida por la firmeza y el temple, con pasajes de toreo al ralentí. El colaborador sexto le permitió firmar otra gran faena, plena de despaciosidad y gusto, especialmente al natural. El descabello le privó de un premio mayor que una oreja. Fandiño puso así un broche triunfal a su importante temporada española.

A El Fandi, con su voluntad característica, le correspondió un segundo encastado, al que dejó demasiado crudo en el caballo y llegó con transmisión a su dispuesta y bullidora muleta. También resultó colaborador el quinto, que le permitió realizar una faena templada, rematada de un estoconazo y premiada con las dos orejas.

El rejoneador Diego Ventura armó un alboroto frente al buen cuarto de San Mateo, al que cuajó de principio a fin. Estuvo magnífico en el galope a dos pistas sobre «Nazarí» y encandiló al respetable con los mordiscos de «Morante» y la doma de «Remate». También anduvo entonado en el primero, pero a menor nivel porque el de Capea no pasó de manejable.

Tarde ilusionante y feliz, con triple puerta grande y una afición encantada.