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Miura: «Cada corrida es un examen, este Domingo de Resurrección partimos de cero»

La mítica ganadería, que tradicionalmente ha cerrado la Feria de Abril, se anuncia por primera vez en la historia en esta fecha

Miura: «Cada corrida es un examen, este Domingo de Resurrección partimos de cero» raúl doblado

fernando carrasco

Cincuenta y tres años seguidos, que se escribe pronto, lleva la ganadería de Miura cerrando la Feria de Abril. Hierro mítico donde los haya, está presente en el coso del Baratillo cada ciclo abrileño desde hace más de ciento cincuenta años. Pero 2014 será diferente. Esta tarde, cuando se abra la puerta de chiqueros después del paseíllo y del despeje de cuadrillas, el primer toro que pise el albero maestrante llevará el hierro de la A con asas. O lo que es lo mismo, Miura en Domingo de Resurrección.

Eduardo y Antonio Miura son una misma persona. Piensan igual, actúan y ejecutan al unísono, como una prolongación de su padre, el recordado don Eduardo Miura. En «Zahariche», entre Lora del Río y La Campana, los hermanos ganaderos se sienten a gusto porque están entre los suyos: vaqueros, mayorales... y sus toros. El verde del campo lo inunda todo y ellos, conscientes de lo que significa el apellido Miura y esas cinco letras en la Historia del Toreo y de Sevilla , no quieren hacer ningún tipo de cábalas sobre el juego de sus toros. Ni los de Sevilla ni los otros que lidiarán entre España y Francia.

«En principio no nos hizo mucha gracia cuando nos dijeron que lidiaríamos en Resurrección»

«En un principio —arranca Antonio— no nos hizo mucha gracia cuando nos dijeron que lidiaríamos el Domingo de Resurrección. Somos muy tradicionales y Miura lleva cincuenta y tres años seguidos cerrando la Feria de Abril. Desde luego, la empresa —por Pagés— tendrá sus razones. Si ellos pensaban que podía favorecerles esta circunstancia, pues bienvenida sea...»

«Hombre —es ahora Eduardo quien tercia—, está bien este cambio siempre y cuando el próximo año volvamos a nuestra fecha, donde nos sentimos más cómodos. A lo mejor a Eduardo (por Canorea) le da por anunciarnos el Domingo de Resurrección otro año más. Pero nos gustaría volver a nuestra fecha».

Santo y seña de la temporada

Lidiar en Sevilla es siempre una responsabilidad. Pero hacerlo en el primero de los festejos, el que es santo y seña de la temporada hispalense puede suponer una mayor dosis de compromiso. «La responsabilidad es siempre la misma, pero este año es doble —apunta Eduardo—. Nos preocupa en sí lidiar en Sevilla siempre porque Sevilla es nuestra plaza . Aquí vivimos, está nuestra familia, los amigos... y cuando lidiamos sabemos que se produce esa expectación por parte de todos, que hacen suya la corrida. El año pasado ocurrió así. Y luego está el público, los aficionados. Mucha gente de los pueblos que se reserva el día de los Miura para venir a los toros. Todo eso conlleva responsabilidad, mucha responsabilidad».

Comentamos que en este 2014, al menos, no van a tener que esperar hasta final de Feria para que se lidien sus toros, con lo que el «mal trago» de la espera lo pasarán antes. «Bueno, esto es como todo —tercia Antonio—. A medida que se va acercando la fecha y se van pasando etapas uno ve cómo aumenta la responsabilidad: el embarque del ganado, el reconocimiento, el sorteo... y cuando oyes el ruido de la puerta de chiqueros abriéndose por primera vez. Todo es un conjunto de sensaciones en las que la responsabilidad va en aumento».

Lo que parece claro es que nadie se imagina una Feria de Abril sin los toros de Miura. Al menos, no la conoce nadie. «¿Una Feria de Abril sin Miura en los carteles? La verdad es que no nos lo hemos planteado. Ha habido muchas ganaderías que se antojaban indispensables, hace años, y ahora no aparecen por ningún lado. Esperemos que no sea nuestro caso y que sigamos viniendo a Sevilla», asevera Eduardo.

Una feria atípica

Estamos ante una Feria atípica por las circunstancias conocidas de las ausencias de cinco de las principales figuras del toreo . Eduardo y Antonio Miura, sin entrar a valorar este hecho, consideran, no obstante, que «es lo que tenemos y no se puede hacer otra cosa. Sí es verdad que viene gente nueva con ganas de hacerse un hueco en el toreo. Muchos son novedad por lo que esperemos que triunfen por el bien de la Feria y de la Fiesta en general».

Hablamos de la corrida que saldrá esta tarde por la puerta de chiqueros de la plaza de toros de Sevilla. Los ganaderos han seguido los pasos de años anteriores, los pasos de siempre y no han alterado nada por el cambio de fecha. «Normalmente, cuando llega el mes de noviembre —es Antonio quien habla— hacemos una distribución de los toros, es decir, vemos qué toros pueden ir a cada plaza. Pero hasta que no faltan dos meses para el comienzo de temporada no afinamos más».

En cuanto a Sevilla, según precisa Eduardo, «hacemos una segunda selección más adelante, quedando ocho o diez toros y, posteriormente, otra, donde se quedan ya entre seis y siete, que son los que se lidiarán».

Y la corrida de este año será en mano a mano por dos toreros jóvenes, Daniel Luque y Manuel Escribano . «Creemos que es bueno este mano a mano. Sevilla influye mucho y el cartel tiene su tirón. Me acuerdo cuando Juan Antonio Espartaco —abunda Eduardo— se encerró con seis toros de la casa. Hay momentos que son especiales. Pero para nosotros la selección y los tiempos son siempre iguales. Luego el toro sale de uno en uno, no se olvide».

Toros distintos

Por eso no hacen ninguno de los dos hermanos cábalas sobre el juego que pueden dar los miuras de este Domingo de Resurrección. «Nos preocupa más que el público, los aficionados, piensen que van a embestir todos. La corrida no tiene nada que ver de un año a otro. Son toros distintos».

Se da la circunstancia de que hoy Miura lidia dos corridas de toros: en Sevilla y en Arles. «Vamos a ver qué ocurre», sentencia Eduardo, que se quedará en casa esta tarde. «Yo antes iba a la plaza pero hace unos años que prefiero no hacerlo». En cambio, Antonio sí estará en la plaza de toros de Sevilla, aunque «iré solo y estaré por alguna grada...». Eduardo no quiere que le llamen para nada hasta que no termine la corrida. «Que no me den noticias hasta el final, hasta que no arrastren el último» y, además, no suele ver por vídeo la corrida lidiada «salvo algunos toros. El vídeo le resta pureza a lo que sucede en el momento en la plaza y uno se fija más en los defectos que en las virtudes y lo bueno».

«Traemos siete toros para Sevilla y de los siete desconfiamos... Las expectativas, en los siete»

La corrida del pasado año dejó el listón muy alto. Pero, ojo, «agua pasada no mueve molinos», se apresura a decir Antonio. « Empezamos de cero . Pero este año, y el que viene. Y el otro. No tiene nada que ver un triunfo. Aquí te examinas todos los días. Traemos siete toros para Sevilla y de los siete desconfiamos... las expectativas las tenemos puestas en los siete, ellos se encargarán de poner las cosas en su sitio. Hombre, uno confía en que embistan los siete pero, claro...».

Será esta tarde, Domingo de Resurrección en Sevilla, cuando Miura vuelva a escribir otra página en la plaza de toros. Los toros de «Zahariche» ya esperan en los corrales. Eduardo y Antonio, sin variar un ápice su filosofía de pensamiento y su forma de actuar, ya aguardan a que todo concluya. «Pasará Sevilla, vendrá Madrid, donde no vamos hace cinco años, Pamplona... siete u ocho corridas tenemos preparadas. Pero el triunfo no nos va a cambiar. Empezamos de cero cada tarde y eso es lo que cuenta».

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