«La cornada de Morante es tremenda, cada hora que pasa es un un triunfo»

Y es que la gran hemorragia que provocó el pitón del toro, que desgarró con tres trayectorias todo el tercio superior del muslo izquierdo del diestro, ha sido determinante tanto para su control inmediato en la enfermería de la plaza como ahora cuando el herido está siendo sometido a un tratamiento hospitalario.

Desde el entorno del propio Morante se desveló que en la enfermería del coso oscense los médicos del equipo del doctor Daniel Vacas trabajaron de forma titánica para controlar la profusa hemorragia. Eran muchos pequeños vasos sangrando, lo que provocó una gran pérdida de sangre, e hizo que se vivieran momentos de gran tensión a lo largo de las más de tres horas que duró la intervención. Una vez estabilizado, el domingo, ya en la Quirón de la capital aragonesa, el propio apoderado del torero, Antonio Barrera, desveló que fue precisa una transfusión de sangre , que fuentes médicas cifran en dos litros , más la que pudieran haber puesto en la propia enfermería, sin que se descarte que para alcanzar niveles hemodinámicos correctos sea necesario otro nuevo aporte de sangre.

Evitar cualquier infección

Para Val-Carreres, en Huesca se solucionó perfectamente la cornada, con unos drenajes que son los que se mantienen en las heridas y que, en definitiva, son los que van a marcar la evolución inmediata del torero. «Nos encontramos con que todo va con normalidad, pero esa normalidad supone que ha pasado muy poco tiempo todavía, que el cuadro de roturas es muy grande, los destrozos son tremendos, con multitud de pequeños vasos dañados, que ese control hemorrágico es fundamental, como el que tenemos que tener para evitar cualquier infección». Así que para el médico especialista en cirugía taurina, «cada hora que pasa es un triunfo».

«En estos momentos el torero sería incapaz de mantenerse siquiera en pie , hay que tener esto en cuenta para hablar de su recuperación. Primero, curar las graves heridas y sus consecuencias hemáticas e infecciosas, y después plantear la rehabilitación». Cauto a la hora de dar plazos para que Morante pueda volver a los ruedos, estima que «con todo a favor, no antes de un mes ».

Detalle revelador

Su gran experiencia le hizo apreciar de inmediato la gravedad del percance. «Cuando vi las imágenes el mismo sábado sabía que la cornada era muy fuerte, que el giro sobre sí mismo que da el torero en el aire con el pitón clavado en el muslo no ofrecía muchas dudas sobre lo que horas más tarde confirmó el parte médico emitido por el doctor Vacas ». Y ayer mismo, analizando la secuencia de la cogida publicada por ABC, hacía hincapié en un pequeño detalle más que revelador, cómo el asta del toro se aprecia por debajo del traje, « apuntando una salida que afortunadamente no se produjo».

En cualquier caso, Morante está muy animado, « aguanta bien las curas, que ahora por la analgesia no son muy dolorosas, es muy buen paciente que tiene muchas ganas de pasar a planta». Arropado por los suyos, su esposa Elizabeth esperaba poder estar cuanto antes junto a él en una habitación. Finalmente, se optó por no hacer el traslado ayer; «si no hay variaciones», el torero abandonará la UCI hoy.