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Martin Bossi cuenta la historia de la música en quince minutos

El actor, humorista e imitador argentino se presenta por primera vez en Madrid, en los teatros del Canal

Martín Bossi, en su imitación de Louis Armstrong ABC

JULIO BRAVO

Durante hora y media, Martin Bossi reúne en el mismo escenario a Frank Sinatra , Michael Jackson, Freddie Mercury, Ray Charles, John Lennon y Julio Iglesias , entre otros artistas. Lo hace encarnándolos a todos en su espectáculo « Un impostor apasionado », con el que este actor, humorista e imitador argentino se presenta en España.

«Un impostor apasionado» no es, dice Bossi, solamente un show de imitaciones: «hay lugar también para la comedia y el stand-up -explica-. Las imitaciones son un primer reclamo dentro de un espectáculo que ofrece mucho más».

Bossi ha trabajado en distintas producciones televisivas y cinematográficas argentinas; en 2010 inició una nueva andadura con su espectáculo « M. el impostor », en el que mezclaba música e imitaciones, y que vieron más de 200.000 espectadores en Argentina. En 2012 estrenó «El impostor apasionado». en el que mantenía la fórmula del anterior.

Reconoce el artista que para su presentación en los teatros del Canal , donde estará del 16 al 20 de marzo, ha adaptado el espectáculo pensando en el público madrileño; no tanto por los artistas, sino por las diferencias lingüísticas en el español que se habla en nuestro país y el que se habla en Argentina. «El otro día alabé el estilo de una chica y me dijeron que era una "pija"; en Argentina esa palabra significa algo totalmente distinto», aclara el artista.

El espectáculo, en el que le acompañan ocho músicos y dos cantantes, presenta un primer bloque en el que en apenas quince minutos se cuenta la historia de la música , desde Serrat o Elvis a Romeo Santos. Además de artistas reconocidos internacionalmente, incluye Bossi a artistas latinos menos conocidos en Europa, como Sandro , «uno de los más importantes artistas de la música melódica en Latinoamérica».

Hay dos fases en «El impostor apasionado», con sistemas de transformación distintos. En uno, cuenta Bossi, con apenas un elemento -sumado a la voz y al gesto- se crea la ilusión de que se cambia de artista. En la parte final del espectáculo, hay un proceso más elaborado de transformación en el escenario.

El amor y la comunicación son, junto con la música, los dos ejes del espectáculo. No hay lugar en él para la política: «me aburre; no creo en los políticos», dice Bossi tajante. Sí hay espacio para la reflexión: «los artistas han perdido el estilo propio , y eso es algo que se critica en el espectáculo».

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