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ABC Cultural

CRÍTICA DE TEATRO

«La dama duende»: el arte del fingimiento

La Compañía Nacional de Teatro Clásico presenta la obra de Calderón, dirigida por Helena Pimenta

Joaquín Notario y Marta Poveda, en una escena de la obra MarcosGPunto

JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN

Las convenciones sociales -cada época tiene las suyas- conllevan una ración generosa de fingimientos como lubricante de las relaciones humanas. En esta comedia de capa y espada que un joven y pujante Pedro Calderón de la Barca escribió en torno a 1629, el fingimiento ... es el catalizador de la trama: finge ser fantasma la joven viuda doña Ángela para flirtear reservadamente y sin menoscabo de su honra con don Manuel, enamorado hasta la trancas de ella, una dama que al cabo no conoce; fingen los hermanos de la bella, don Juan y don Luis, que ocultan a esta de los ojos de don Manuel, huésped en su casa, para que el honor de Ángela no sea empañado, y fingen todos, amos y criados, que no pasa lo que está pasando.

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