«1941. Bodas de sangre»: tragedia de posguerra

Hace tan solo una semana, Ernesto Caballero , director del Centro Dramático Nacional , se refería a García Lorca como uno de los dos pilares fundamentales (el otro es Valle-Inclán ) del teatro español contemporáneo. Y una de las obras fundamentales del autor granadino, «Bodas de sangre» , vuelve al CDN de la mano de un veterano director y pedagogo teatral: Jorge Eines . Al frente de la compañía Tejido Abierto -creada por Eines hace seis años-, el director argentino plantea un montaje basado situado en 1941. «¿Qué pasaría -dice Eines- si unos actores , en ese año, se propusieran montar la obra de Lorca y qué pasaría cuando se ponen a ensayarla?»

Jorge Eines tenía ganas de dirigir a García Lorca porque, asegura, «encuentro cierta similitud, por lo simbólico , entre su figura y el “Guernica” de Picasso: es un cuadro que, de alguna manera, redime una gran cantidad de muertes. Y lo mismo le pasa a Lorca. Los dos son emblemas del valor de lo artístico frente a la muerte, y los actores, los artistas, tenemos esta posibilidad de, al trabajar, redimir algo».

Con este montaje, que lleva cerca de dos años de gira por España y Argentina, Jorge Eines ha prolongado el trabajo con los actores en el estudio. «Lorca es uno de los autores en cuya obra quería profundizar junto a mi gente . Salvo Mariano Venancio, todos los actores han estudiado y trabajado conmigo. Mis montajes se basan en el trabajo que realizamos los actores y yo durante los ensayos. Creo poco en las decisiones que se toman en otro lugar». «Bodas de sangre» era la obra lorquiana que más había trabajado Eines en sus clases. «Me interesaba la historia por la verdad inquebrantable de los personajes -dice el director-, por sus contradicciones».

El reparto (en el que muchos actores interpretan a varios personajes) está integrado por Jesús Noguero , Daniel Méndez , Danai Querol, Mariano Venancio , Carmen Vals, Carlos Enri, Inma González, Luis Miguel Lucas y Beatriz Melgares. Kristina G. firma el vestiario, Carlos Higinio Esteban la escenografía, Rubén Martín y Sergio Guivernau la iluminación y Luis Miguel Lucas el espacio sonoro.