Hazte premium Hazte premium

Santana regresa a España con su banda de los 60 y 70

Después de 45 años se han vuelto a reunir, y a su paso por nuestro país tocaron ayer en Gerona y hoy lo harán en Marbella

Santana reunido con su grupo después de 45 años ABC

Pablo Carrero

La carrera musical de Carlos Santana parece estar viviendo un momento particularmente intenso y propicio. «Corazón», editado en 2014, retomaba con notable éxito la idea de «Supernatural», un disco enormemente popular en el que Santana se hacía acompañar de un nutrido grupo de nombres de relumbrón en el rock internacional. Pero dos años más tarde se publica «Santana IV», un exuberante y contundente nuevo álbum en el que el guitarrista mexicano recupera la formación original de su banda de finales de los años sesenta y comienzos de los setenta.

El germen de la reunión estaba en una idea del otro guitarrista del grupo, Neal Schon: «Neal me llamó y estuvimos hablando. Quería llevar a cabo un proyecto conmigo, algo basado en nuestras guitarras, pero yo le dije que no me parecía mal, pero que preferiría llamar también a los demás y ver qué sucedía si tocábamos juntos de nuevo, así que lo hicimos así, y en poco tiempo estábamos todos en el local de ensayo».

«Éramos grandes músicos entonces y lo somos también ahora»

Las buenas vibraciones –cuenta Santana– se extendieron rápidamente por la estancia: «No necesitamos las palabras; solo con estar allí, haciendo música, era más que suficiente para estar perfectamente compenetrados. Hay músicos que tienen una química especial, como Camarón y Paco de Lucía, o como Mick Jagger y Keith Richards, o como todos los miembros de Santana. Han pasado cuarenta y cinco años desde la última vez que tocamos, pero cuando empezaron a sonar los primeros acordes la distancia y el tiempo desaparecieron. Era como si hubiesen pasado cuarenta y cinco segundos».

«Somos más compasivos»

Musicalmente, el guitarrista mexicano no cree que haya cambios verdaderamente sustanciales con respecto al material clásico de los primeros años setenta: «Éramos grandes músicos entonces y lo somos también ahora; la diferencia es que antes éramos más impulsivos y arrogantes, y eso daba lugar a disputas absurdas. Ahora somos más compasivos, tenemos mucha más sensibilidad y paciencia, y al final creo que eso también nos hace mejores músicos , más respetuosos y abiertos con los demás».

Algo que indudablemente se mantiene es lo que Santana llama «la furia»: «La furia, o el fuego, es eso que hace que todo sea sencillo, natural e intenso; es un fuego que arde, pero que no quema».

Tan bien parecen haber encajado todas las piezas que los planes no se limitan precisamente a este nuevo disco: «Tenemos la idea de que este disco sea la primera parte de una trilogía, así que habrá “Santana V” y “Santana VI”. Estamos con muchas ganas y nos sentimos capaces de enfrentarnos a cualquiera: U2, los Rolling Stones… nosotros estamos al nivel de los mejores».

Un Santana más maduro

Sobre su condición de artista, Santana prefiere distinguir entre la persona y el personaje: «Es verdad que yo soy el mismo, y que la música es una parte esencial en mi vida, pero creo que es importante concederle la importancia correspondiente a las demás

«Siempre disfruto cuando voy a España. Es un país formidable, con una identidad muy singular»

cosas. No se puede ser músico veinticuatro horas al día y siete días a la semana. Hay que saber tomarse vacaciones y disfrutar de todas las cosas buenas de la vida. Si no lo haces así, la música, o el hecho de ser artista puede matarte, como le ha pasado hace poco a Prince y como le ha pasado a muchos otros… fue muy triste perder a Prince , y estoy seguro de que si yo hubiera podido hablar con él en esos días, no le habría pasado lo que le pasó. No somos dioses, y creo que todos debemos celebrar precisamente nuestra humanidad».

Se vuelve a acordar el músico de otro colega caído recientemente, el extraordinario guitarrista Paco de Lucía , fallecido hace dos años en México: «Adoraba a Paco; era un guitarrista único y una persona maravillosa. Muy a menudo echo de menos poder tocar con él».

El discurso de Santana deriva fácilmente hacia el terreno de lo espiritual, aunque no lo religioso: «Esa religión del pecado y del sacrificio es algo muy primitivo que ha traído mucha desdicha a la humanidad. Me parece que deberíamos haber superado eso hace ya mucho tiempo».

La idea de tocar en España le resulta particularmente seductora: «Siempre disfruto cuando voy a España . Es un país formidable, con una identidad muy singular, muy diferente a la de cualquier otro país. Me identifico mucho con su cultura, con Picasso, con el flamenco y, desde luego, con el Quijote».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación